19 septiembre 2015

El décimo


La imagen es de Sydney Sie. El texto lo escribí un sábado para los viernes creativos de Escribe fino.

Sé que me llaman estrecha. Nunca a la cara, por supuesto, pero noto la distancia, la indiferencia, desde el saludo inicial de cada hombre que me presentan. Es como si llevara un letrero impreso en la frente que avise a todos los navegantes de que no debe perder el tiempo conmigo, de que es imposible separar esas piernas tan bien alineadas y avivar algún fuego, por mucho fuelle que se emplee. Nueve de cada diez que superan el primer hola, se excusan con cualquier pretexto para evitar mi compañía.

Lo peor sucede, sin embargo, cuando llega el décimo, el conquistador, el que nunca se rinde. El que desplega todas sus armas y las utiliza, una a una, mientras yo sonrío y ladeo la cabeza. Mientras siento como una especie de cremallera, formada por dedos humanos, trata de separar lo que debe permanecer unido.

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12 septiembre 2015

El barquero enamorado



Hacía mucho que no participaba en los Viernes creativos de Fernando Vicente, quien esta semana homenajea al recién fallecido Alberto Schommer.


Caronte se quedó pensando un rato. La mujer que solicitaba sus servicios portaba un bellísimo ojo de color verde entre sus labios, en lugar de la habitual moneda. No se podía considerar que tal objeto fuera instrumento de cambio reconocido y, en consecuencia, no debía de aceptar que aquella beldad subiera a su barca. De hacerlo, se enfrentaría a las iras de Hades, y ya conocía de sobra cómo se las gastaba el dios del inframundo. 

Aunque, en el fondo, sabía cuales eran sus obligaciones, el anciano barquero ya había cometido el error de detenerse a mirar aquel iris magnético. A medida que lo examinaba, encontraba nuevas imágenes, cada vez más sugerentes. Al principio, encontró en su interior una amalgama de algas que reflejaban los rayos del sol. Después, la enmarañada cabellera de Medusa, formada por miles de serpientes reptantes. Para entonces, ya era demasiado tarde. La muchacha se había sentado en la parte de atrás de la embarcación, cruzado las piernas y sonreía.

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