Su despedida ha sido igual que las de siempre. El rostro inexpresivo, atrapado en ese maquillaje perfecto. Los labios, apenas rozando los míos, huyendo de ese beso que últimamente siempre me sabe igual. Y sin embargo.
En la radio sonaba Wonderful Tonight, ha debido ser eso. La canción y la fina capa de crema en la cara, los labios enmarcados dentro de la línea roja trazada con maestría. En otros tiempos, solía pinchar esa canción en el tocadiscos. Ajustaba la aguja un poco antes de que empezara y corría a apoyarme en la jamba de la puerta del baño. Ella me miraba desde el interior del espejo, de reojo. Me interrogaba mientras delineaba el contorno de los ojos, se tapaba las ojeras o echaba unas gotas de 212 en el escote. Yo admiraba su trabajo y su cuerpo. Observaba como, poco a poco, su aspecto iba alcanzando la perfección.
Sin embargo, ella dudaba. Siempre lo hacía. Tenía que confirmar lo evidente. Y terminaba preguntando lo que Clapton respondía por mí. Entonces, yo sonreía y le traducía el estribillo: “Estás maravillosa esta noche”. Me acercaba a su cuello y dejaba allí mis labios, recreándome en el perfume que subía lentamente.
Por aquel entonces, no dejaba que la besara justo después de maquillarse. Espera, no seas impaciente, me decía. Y después me pagaba con creces esa espera. Ahora, sólo me permite esos piquitos que saben siempre a poco carmín. Que sabrían siempre igual si no hubiera música en la radio o no notara yo a veces ese olor de siempre.
Aún así, se toma la molestia de sacar del bolso el pintalabios y reponer lo que se quedó en mi boca. Su aspecto sigue alcanzando la perfección, como el primer día, pero ya no me pide opinión. No pregunta, pero se vuelve antes de cerrar la puerta.
Cariño, estás maravillosa esta noche, le digo bajito, no sea que una sonrisa desentierre algunas arrugas debajo de la crema.
-.-
Esta entrada está inspirado en un comentario que dejé en el blog de Aldabra, a raíz del siginificado de los besos. Y la canción venía en una de las últimas entradas de Flower y es cierto que hacía muchos años que no la escuchaba.
Con este texto me despido de vosotros por este año. Empezó con besos y es justo que termine con ellos. Uno muy grande para los que habéis tenido la paciencia de seguirme este 2011, y ¡Feliz Navidad!
-.-