30 junio 2008
Pensamientos fugaces
Durante el breve instante en que te veo dormida boca abajo, mostrándome la mentira de tu piel blanca inocente, me pregunto si hago bien huyendo de tu paraíso de fuego tan pronto, o si debería escoger el infierno lento y frío de los placeres concertados.
Sólo en ese momento pienso en quedarme para siempre, hasta que digas basta; pero el suave click de la puerta me indica que la dejaste abierta, ambivalente, permitiendo tanto la marcha como el retorno.
Me detengo entonces un segundo más, pensando si la próxima vez la encontraré cerrada, y si tendré valor de enfrentarme a tu mirada de reproche, de este lado de la habitación; o al odioso silencio, desde el otro.
Después, doy un paso hacia adelante.
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Nunca sabrás si la decisión que tomas es la correcta, o mejor, nunca sabrás si hay una decisión correcta. Solo existe una y esa es tuya, tu decides y que dios, o el azar, o el destino, o la casualidad, o quien sea, reparta suerte.
ResponderEliminarTu decides.
Un beso Juanjo, un placer leerte como siempre, aunque reconozco que hoy me ha gustado especialmente
A mi también me ha gustado muchísimo. Pero mucho, mucho.
ResponderEliminarCon pocas palabras nos cuentas tantas cosas, tantos matices, tantas sensaciones, que con cada frase uno puede pararse a meditar, a continuar una larga historia. A inventar montones de posibilidades.
Me gusta mucho eso.
Con Ana, Nikté me pasa lo mismo.
Y yo adoro que me lancen la palabra para desmenuzar mis propias historias.
Fantástico el texto, con todo eso que lleva dentro.
Quizás esa incertidumbre o falta de seguridad sea la chispa que mantiene vivo el deseo. Ese click de la puerta enciende pasiones, de verdad...
Un beso de buenas noches.
SV
Bueno, la verdad es que hagas lo que hagas... pero sabes? la valentía es eso, soportar lo que pase hagas lo que hagas, y eso, créeme, enamora :)
ResponderEliminarBesos
Complicada decisión a veces verdad? pero bueno, quizás llegados a un punto hemos de obrar por lo que realmente queremos hacer y no por lo que nos pudiera pasar... Un saludo
ResponderEliminarHay placeres irrenunciables. Suelen ser los más difíciles de argumentar; aquellos que rozan el vicio y que atentan contra la dignidad del hombre que debiera de no necesitarlos pero que, en su lugar, muere por ellos.
ResponderEliminarDifícil elección.
Yo soy de meterme en el paraíso habiendo pasado por el infierno, y viceversa, basculo entre las delicias de los dos y de tu texto. Pero eso sí, siempre con un paso adelante.
ResponderEliminarAbrazos
Complicado amigo, imagino que como casi siempre sera dependiendo de la fuerza de los sentimientos... como siempre me gusto mucho, un beso
ResponderEliminarEl paso lo das hacia adelante ¿hacia la puerta o metafórico y el adelante es quedarse con ella?
ResponderEliminarSí es hacia la puerta puede suceder que la próxima vez la encuentres cerrada y si te quedas ¿hasta cuando se podrá mantener un paraíso de fuego?.
Me ha encantado. Un beso
Cuanto me ha gustado .
ResponderEliminarDime que lado de la puerta te pesaria mas a la larga .
Un beso
Mi elección es fácil:
ResponderEliminarinfierno lento y paso hacia delante. ¿Ves? Esto si que lo tengo claro (otra cosa es que en la realidad tenga coj... para hacerlo).
Saludosss
Un relato que me ha gustado mucho. Breve pero dice mucho.
ResponderEliminarY me gusta que des un paso hacia delante, ya sabes aquello que se dice:
"atrás ni para coger impulso"
bicos,
Aldabra
¿ Cuánto ?
ResponderEliminar¿ Cuando ?
¿ Hasta Cuanto ?
¿ Hasta Cuando ?
Dudas existenciales en las artes amatorias. En el fondo desearíamos la eternidad del deseo, de la pasión, de la consumación del placer psíquico en lo físico... Pero tememos que nos paren los pies, que nos corten las alas. Y acabamos por cortarnoslas nosotros mismos con la misma incomodidad con la que nos cortamos las uñas de los pies después de una siesta.
Un abrazo Juanjo.
¡ Salud !
Las puertas siempre abiertas, sobretodo para permitir la salida. El amor no puede crecer encerrado.
ResponderEliminarAbrazos
La familia Savage? Qué gran película. Me encanta. Yo no me doy descanso de esas películas. Siempre digo: donde esté un buen drama...
ResponderEliminarEl drama es lo mío, mi género favorito. PAra recordar lo dura que es la vida y lo malas que somos las personas.
Así lo veo yo.
oJALA SIEMPRE SE QUEDARAN LAS PUERTAS ABIERTAS A UN POCO DE ESPERANZA DE RETOMAR LO HERMOSO DE LOS SENTIMIENTOS QUE TODOS VIVIMOS POR DENTRO...
ResponderEliminarAVECES ES TAN DIFICIL ENTRAR, PERO SALIR ES TAN FACIL...
Y despues de tu paso adelante, ¿que has encontrado?. Otra puerta, otra habitación, otros pasos....
ResponderEliminarSolo pasaba por aquí
Preciosa la foto...y la reflexión. Besos
ResponderEliminarDifícil decisión, pero sin duda, los reproche sólo son el preludio de un largo dolor .. no me compensan. Tienes la puerta abierta ... y la decisión en tus manos.
ResponderEliminar;)
El pensamiento fugaz, sí, pero tu entrada de lo más duradera, por lo que veo.
ResponderEliminarEstoy de vacaciones Juanjo. Y todo el verano.
ResponderEliminarTendré tiempo para poneros al día y para ponerme yo que ya falta me hace.
Verano, bendito verano.
Un besazo
Esa maldita ...bendita dualidad, siempre nos persigue...nos perseguirá...
ResponderEliminarSaludos conversos.
Espléndida libertad silenciosa,la de ambos!Un saludo.Gcc
ResponderEliminartimido que eres un timido jajajaja un besele muak....
ResponderEliminarDar un paso adelante... es marcharte o quedarte?
ResponderEliminarEs una escena muy bien descrita, mi querido Juanjo. La veo a ella, a él, incluso me asomo a sus pensamientos y descubro que pudieron ser algún día los míos.
ResponderEliminarYo, que soy de las que sí se arrepiente de las cosas que hace, sobre todo de las que hace mal, me quedaría. Que llevo dos años abriendo demasiadas puertas y arrepintiéndome por ello aunque a ambos lados siempre he tenido lo que quería...situaciones difíciles.
ResponderEliminarY al final que hizo?
Me han gustado mucho vuestros comentarios.
ResponderEliminarEl relato es un poco ambíguo, lo sé, y dejo el final abierto para que cada uno se haga el suyo.
La duda siempre tiene algo de angustia, pero es mejor tenerla que irse muy convencido al precipicio, y éste puede estar tanto a un lado como al otro de la puerta.
Besos y abrazos.
¿Contigo o sin ti?¿Me gustas o te odio?¿Eres mi vida o me matas?. Ahí mismo está la esencia de la vida. Son precisamente las dudas de la imperfección la que nos hacen saborear estos momentos.
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