El enterrador escogió para su eterno descanso el mejor nicho del cementerio, pero en cambio tuvo mal gusto para su epitafio.
"Hizo del óbito un hábito", la frasecita de marras, quedaba algo pedante, y más apropiada, en cualquier caso, para un asesino a sueldo que para un probo funcionario con inmaculada hoja de servicios.
Salvo el párroco y el nuevo empleado municipal, nadie más acompañó al finado en su último viaje, él que jamás falló a esa cita con nadie en los últimos cuarenta años.
Ahora, en su nueva morada, todos sus antiguos clientes le esperan con una larga lista de reclamaciones: que si entra el frío por las rendijas, que si me dejaste tirado de cualquier manera, que cómo se te ocurrió dejarlo al lado de su suegra; y su sucesor en el cargo anota mentalmente la soledad de la ceremonia mientras deja crecer el largo bigote de la tristeza.
-.-
Juannnjo tio , con el dia que tengo vengo a verte y entro de cabeza al cementerio.. esto... que se me olvidó que tengo que ir a comprar pan ,
ResponderEliminarChauuu
Uy, cómo me ha gustado!
ResponderEliminarEnterrador enterrado...pobre; por si fuera poco, se encuentra con clientes descontentos, pero claro, tarde o temprano tenía que llegarle su San Martín, y nunca mejor dicho...
Besos
Si es que es lo malo de los entierros, que luego no te ofrecen un buen servicio post-venta...
ResponderEliminarNormal que se queje la gente
Ay... pobre finado.
ResponderEliminarNo queda otra que desearle que "descanse en paz" a ver si de una vez se le cumple.
Que bodes, que le dejen descansar que ya ha tenido lo suyo... jo...
ResponderEliminarBesicos
Es que hay profesioes que no son nada agradecidas ni populares...
ResponderEliminarTambién lo podía haber previsto, no? a quién se le ocurre ir a pasar la eternidad al lugar de trabajo!
Besos
Está claro que los trabajos más costosos, son los menos o peores vistos, de eso no tengo duda!!
ResponderEliminarUn besazo Juanjo.
¡en todas partes existe gente descontenta! al enterrador enterrado no le quedará más remedio que acudir a la Junta Arbitral de Pompas Fúnebres.
ResponderEliminarUn beso
¡Ingratos!
ResponderEliminarUys... yo conozco a un albañil del cementerio...( al enterrador, vaya) y dice que esta encantado con su trabajo, no es mucho, cobra bien y no deja de ser un funcionario... claro que, creo que estas cosas no se las ha planteado jeejej. Es muy bueno el relato.
ResponderEliminarBesitos varios.
Como dices hubiera sido mejor algun epitafio mas poético como:
ResponderEliminar"Donde vivió, descansa".
"En compañía de muchos"
o vete a saber que.
Espero que a los funcionarios no les persigan sus clientes hasta los confines de la muerte donde no se puede decir "vuelva usted mañana" porque siempre es hoy.
Besos, un placer leerte
Pufff...el tema cementerio lo tengo muy reciente, Juanjo...
ResponderEliminarEste hombre debió elegir otro destino como última morada! Debió ser incinerado y arrojado a las aguas del caribe, lo menos.
Y es que eso de "pasar a mejor vida" es sólo un invento de la iglesia, jajajaja!
Que me dejen en esta vida, oiga, que yo me conformo!
Un besito
P
Bueno, a él también le tenía que llegar la hora,y no faltaron los reproches por lo que leo.
ResponderEliminarBesos!
En estos días en las que las palabras me huyen, no sabes como envidio tan espectacular, hermoso y blindado relato.
ResponderEliminarFrancamente es como para coger una cámara, pedir un poco de pasta y rodarlo en vídeo.
Me ha encantado.
Me repito: Espectacular.
Besos.
¡ Salud !
JAJAJAJAJA
ResponderEliminarGenial! Me ha hecho reir un montón.
Tétrico y original
Si llego a ser él pido que me incineren...
ResponderEliminarBesos.
"En tiempo de melones, cortos los sermones. Y ahora, que hay melones todo el año, yo también opto por el río. Cualquier cosa menos el sermón".
ResponderEliminarNunca te había leido, pero me pareció ingenioso el comentario y me picó la curiosidad: entré.
Y me gusta lo que leo.
Un saludo.
es un relato buenísimo, juanjo... el tema no es que sea muy alegre que digamos je je je... pero el relato está logrado, logrado.
ResponderEliminarme ha encantado.
bicos,
p.d.: lo que da de sí una frase.
Qué fantástico escribes, de verdad, caballero, es para quitarse el sombrero.
ResponderEliminarPobre hombre, después de todo, fue el último que les mimaba con las paletadas de yeso en sus nichos, la persona que estuvo más cerca en los últimos momentos de "luz" de los vivos.
ResponderEliminarBesos desde el jardín, florecita de mis amores,
Perdona que ne esta entrada no haga coment. Razones personales.
ResponderEliminarBesucos amiguco¡¡
Gó
Con el problema de suelo que tenemos... ya le podrían dejar RIP al hombre :) que ya tuvo lo suyo en vida con el trabajito.
ResponderEliminarVaya imaginación la tuya :)
Abrazos