Averiguar quien era la mujer que me estaba anudando la corbata era tarea poco menos que imposible ahora que mi padre descansaba dos metros bajo tierra. No me quedaba ningún pariente vivo más, así que ya podía estar horas mirando aquella vieja foto de la primera comunión. La devolví al cajón y me eché a dormir.
Olvidé aquella imagen por un tiempo, pero un día rebuscando entre los viejos papeles de mi padre encontré otra instantánea de aquella señora. Continué buscando por toda la casa. Dentro de la caja fuerte me esperaba una sorpresa todavía mayor: un album de fotos en el que ambos pasaban por la vicaría.
Todavía me preguntaba qué demonios quería decir aquello cuando sonó el timbre. Tras la puerta aguardaba un hombre trajeado con un espantoso nudo italiano en la corbata. Reconocí en su cara mis propios gestos, mis arrugas algo más marcadas, y mi frente mucho más despejada.
Hice pasar a mi hermano al salón. Tenía muchas preguntas que hacerle y algunos objetos que devolver: el album de fotos de sus padres, el traje de la primera comunión, y quien sabe si la mitad del suelo que estaba pisando.
-.-
Y quien sabe si la mitad del suelo que estaba pisando ....y no se me ocurre nada más.
ResponderEliminarUn abrazo xiquet encadenado
Madre mia, enredos de familia???
ResponderEliminarMe he hecho un lio, Juanjo, qué quieres que te diga!
xDD!!!
Que la madre tenía ya un hijo con el amante, que él era el hijo, por el parecido con el hermano, del que no había ejercido como su padre??? Ainsss...
Ya quisieran las telenovelas!
Jajajaja!
Lo sientooooooooo, no me aclarooo!
Un besito
Lala
La de gente que lleva una doble vida, una familia paralela... Algunos es cierto que, como tu protagonista, sólo se enteran al final de todo. La literatura y las páginas de sucesos están llenas de esos casos.
ResponderEliminarNo sé si cabe tanta sorpresa. La realidad, a veces supera esa ficción, tanto...
ResponderEliminarJuanjo no me cansaré de decirlo, que bueno eres relatando historias cotidianas, pero lo haces con tanta elegancia, que siempre salgo de aquí con la boca de asombro, ósea , a modo coloquial, .... abierta.
ResponderEliminarMis besos grandotes
Y mira que siempre dicen que tenemos un doble por ahí...
ResponderEliminarBesicos
Y puede que también ayudarle a anudarse mejor la corbata.
ResponderEliminarcontinúo sorprendida con esas tus inmensas capacidades para el misterio.
Una sonrisa
Quien sabe si a partir de ahora puede existir una relación de hermanos entre ambos... El tiempo lo dirá...
ResponderEliminar¡Hostias, qué hermoso lío!
ResponderEliminar¡que fuerte enterarse así de la doble vida!
ResponderEliminarmuy conseguida la tensión.
biquiños,
ains, a estas horas y con estos líos Juanjoooo!!
ResponderEliminaryo diría que es el padrastro!
besos.
al menos
ResponderEliminarse cerraba una historia
así fuera con un espejo frente a sí mismo
buena trama!
cariños
Esto es un buen inicio para un relato bastante más largo.
ResponderEliminarAhora hay tantas dudas por resolver...
Mirando el album familiar buscamos con frecuencia respuestas a nuestros "vacios". La primera comunión es el gran acontecimiento en la vida de un niño, un tormento no saber quien era la mujer que le anudaba la corbata; comprobar después que no era su madre, un duro golpe y más si él no encuentra el otro album familiar, el suyo...
ResponderEliminarun beso
De un detalle que a otros nos puede parecer insignificante... te sacas un relato con una historia de novela detrás.
ResponderEliminarPerfecto.
Abrazos.
Y quizás también la otra cara de los recuerdos debíerais compartir.
ResponderEliminarAgradezco tu post, un abrazo.
¡¡Pero JuanJo!!
ResponderEliminar¿Cómo es posible que no reconocieras a tu madre en aquella foto?
Esas cosas, te las resuelve el corazón , si le hubieras dejado mirar...
¡¡¡Y además, no eras hijo único!!!
¡¡No sé, tanta emoción junta no puede ser buena!! ;-)
Muchos besos.
P.D. ¿Qué tal os lleváis?
Una historia parecida a esa creo que me espera a mi algún día.
ResponderEliminarPD: Ya estás enlazado en El quimérico inquilino
Un saludo
qué
ResponderEliminarbueno