El amaba lo sólido. Tanto, que le ocasionaba un asco terrible hasta romper la yema del un huevo, ver como todo ese líquido se desparramaba, corriendo en direcciones impredecibles. Su mente estaba concebida para el orden, acomodada en la creencia de rígidas leyes universales, donde cada suceso era esperable.
Ella, en cambio, era feliz entre las aguas. El estado líquido le fascinaba. Observar el curso de un río, con sus extrañas corrientes y remolinos, la fuerza de las olas contra el acantilado, o incluso las manchas arborescentes dejadas por la tinta derramada en un trozo de tela, eran un pasatiempo casi litúrgico. Sus cualidades artísticas y costumbres anárquicas encajaban bien con el aparente comportamiento caótico del líquido elemento.
Nadie sabe muy bien cómo se conocieron, qué les atrajo al uno del otro, y por qué llegaron a amarse, pues parecían dos mundos dispuestos a destruir el uno al otro.
- Entonces, ¿fueron felices y comieron perdices?
- Lo fueron, pero sólo hasta que el sólido decidió convertirse en gas.
- Sublimación se llama a eso.
- Más bien flatulencias, diría yo.
Pobre, eso es que se desinfló. Si es que las apariencias engañan. Tras una sólida máscara puede esconderse el más horrible y apestoso ser. Espero que ella lo descubriera a tiempo.
ResponderEliminarAla nooooo.... era mas bien el amor que le hizo gas coño, no le quites romanticismo joeee jajajajjaa
ResponderEliminarBesicos
En esto del amor, todos los cuerpos estamos condenados a "cambiar de estado", ya sabes, de solteros... a casados... a divorciados.
ResponderEliminarSe nos acabó el puente, besitos.
Me ha gustado mucho la historia... aunque siguiendo el sino de las histórias de amor, difícilmente acaban bien... Saludos
ResponderEliminarPues eso, uno se sublimo y el otro se quedó a medias...
ResponderEliminarAyy no! has roto la magia!...
ResponderEliminarJajaja muy bueno...
Besos
Es que la confianza da ajjjco!
ResponderEliminarjajajaja!
Pero por qué, por qué dejas una flatulencia al final, cuando a mi ya me caía la babaaaaaa????
xDDDD!
Eres malooooo!
Si al menos hubiera sido una flatulencia conjunta...
Cachis!
Besos!
Äfrica
-Entonces, ¿fueron felices y comieron perdices?
ResponderEliminar- No, uno de los dos pidió fabada...
- pfffff....
Sotto Voce
Que maravillosa es la vida cuando te das cuenta que existe la condensación.
ResponderEliminar(Quizá un pequeño Principito)
PD:el tiempo, eso es lo que me jode. Siempre es un placer.
Pero como todo buen químico sabe, cuando se produce un enfriamiento (que seguro se produce en una relación), el gas se condensa y se licua, pasando a ser un líquido hermosote y alegre y variable.
ResponderEliminar¿Que le pasará entonces?. ¿Se buscarán liquido y liquido, o seran tan semejantes que no se gustarán?.
Ya lo dice el refrán, los cambios de estados producen inestabilidad, pero al mismo tiempo, son el origen de todo.
Un besazo ¿líquido?
Esto me recuerda a un genial anuncio de televisión.
ResponderEliminarLa confianza da asco...
¿Qué tal Juanjo? Cuánto tiempo...te he echado de menos.
Un besito
Eva:
ResponderEliminarA tiempo de no ser testigo de su total volatilización, espero.
Belén:
Sería entonces un amor con burbujas, un anti-Trina-amor. Perdón.
Tesa:
Bastante razón tienes.
Hawkeye:
Si lo piensas un poco que una historia de amor salga bien es dificilísimo. Enhorabuena a los premiados.
Ika:
Bienvenida. Gracias por tu visita.
En cualquier caso, fue una sublimación nada sublime.
Sureña:
Sí, de un plumazo, aunque normalmente se esfuma de forma más gradual y menos olorosa.
Äfrica:
Tengo unos amigos que comparten flatulencia y son muy felices. A lo mejor el secreto del amor eterno está ahí.
Si hubiera puesto la flatulencia al principio, ¿hubiera quedado mejor? Después dirán lo del orden de los factores.
Sotto Voce:
O alubias con perdiz, que el efecto es parecido.
Aarón:
Y que gran invento la sal de frutas.
Alma:
Aarón y tú estais en sintonía. Me quedaré con las ganas de saber si los líquidos eran solubles. Creo que ellos también.
Sara:
Pues no recuerdo el anuncio, la verdad.
Yo también te echo de menos.
Besos y abrazos.
Los polos opuestos se atraen..... pero irremediablemente cuando no existen coincidencias, el fracaso está cantado.
ResponderEliminarun beso
A veces es duro ver volatilizarse al otro, pero se supera, y, en ocasiones, hasta es plácido verlo volar.
ResponderEliminarUn beso.
Anonimo1
¿Y en qué se convirtió ella?, ¿siguió siendo agua o se convirtió en hielo? Saludos.
ResponderEliminarun texto muy interesante, denso al principio y luego se convierte en algo cotidiano y divertido...
ResponderEliminarbicos,
Aldabra
Frabisa:
ResponderEliminarNo hay magnetismo que mil años dure.
Anónimo1:
Puede resultar placentero, sí, pero quizá lo sea más emprender el propio vuelo, o evaporación en este caso.
Arturo:
Imagino que ella se enfriaría, pues cedió parte de su calor para que se evaporara. Así es la física.
Aldabra:
Sí, es un texto con diferentes densidades. Como los protagonistas.
Besos y abrazos.
Jajaja... ¡Si es que la vida es bastante mas prosaica que la literatura! ¿O era al reves...? Bueno, no sé.. vos me entendés...
ResponderEliminarUn abrazo
A mí me ha gustado el final... hasta he soltado una carcajada. Está bien desmagnamizar la poesía de vez en cuando, ¡ea!
ResponderEliminarBesos,
Me encantas ultimamente.
ResponderEliminarAins, salió la venilla de un Juanjo Sarcástico, lúcido, irónico.
Meda por pensar una cosa... si me enamoro de alguien que no le gusta estampar las yemas de los huevos como a mi, debo dejarlo ir?
Es que me atraen tanto mis polos opuestos o mis huevos opuestos, que es lo mismo.
Ains
TE LOVIUS
Vaya vuelta de tuerca :)
ResponderEliminarDe sólido a gas, un cambio peligroso. Mejor pasar por el agua
Un saludo
Nada....pasaba por aquí a ver cómo estaba el ambiente...
ResponderEliminarxDDD!!!
beshito!
Äfrica
Una peculiar revisión un tanto escatológica, del célebre tema de Mecano "Aire". No está mal.
ResponderEliminarCarlos:
ResponderEliminarLa literatura es como una lupa, o un microscopio a veces. Agranda las cosas, lo bueno y lo malo, pero sólo una parte, una porción de la vida.
Aprendiza de risas:
Pues me alegro. El único objetivo del final del relato es precisamente ese: la risa.
Nikté:
Puedes dejarlo ir, o llegar a un acuerdo y que cada uno se cocine sus huevos.
Adr:
Con lo bien que se está en el agua... Si hay bastante, claro.
Äfrica:
Pues hoy el ambiente está mojadito, como a ti te gusta. Mal día para sublimaciones.
Sabor:
No había pensado en la canción. Realmente no pensaba en nada cuando escribí esto. Llamemos a Freud.
Besos y abrazos.
No creo que mole mucho eso de sublimarse...tiene que doler. Me encanta la foto que has puesto. Afortunadamente el agua no se sublima...
ResponderEliminarBesitos
Diferentes gustos, diferentes densidades....Es de vos populis que los polos opuestos atraen, pero también que al pasar el tiempo sino se limán las asperezas y se buscan afinidades comunes todo se puede evaporar, como en este caso...
ResponderEliminarGran verdad. Un abrazo.
ANA
Me he dejado arrastrar palabra a palabra por tu relato. Lo he disfrutado, pero al llegar al final, me ha parecido totalmente impredecible y gratamente divertido.
ResponderEliminarLos gases son tan variables que....quien te dice que no se transforme en líquido tras alguna reacción producida inesperadamente...el amor es así.
ResponderEliminarHasta los gases tienen sentimientos.
Besos, besos y más besos.
Pd.- Aún perdura la marca del moreno de aquella mañana de Voramar...hasta cuando?? jaja.
Ejem...mis respetos a Alma. ;)
ResponderEliminarAún subsisten en mí las maravillosas clases de química que nos ofrecía Pedro, mi profesor.
Un beso
Mqqseaml:
ResponderEliminarTú debes saber mejor que yo el coste (energético) de la sublimación.
Lluvia:
Es importante aceptar las diferencias, y eso es muy difícil cuando son muchas y radicales.
Victor:
Se trataba un poco de eso.
Virginia:
Si seguimos quedando al sol, es poco probable que los gases licuen, sino más bien al contrario: las cervezas se evaporarán con mayor rapidez.