01 noviembre 2008
Buscando ánimos en las Ánimas (II)
Susana interpretó a la perfección el papel de Beatriz, y Juande tuvo que rehacer sus pasos, herido su orgullo por la velada acusación de cobardía.
Al llegar a las Ánimas, no quedaba rastro de sus amigos, y en su lugar se encontraba una figura blanca, resplandeciente, mostrando en su mano derecha la prenda de su amada. Al acercarse se fue perfilando la silueta, mostrando una mujer bellísima, de larga cabellera negra e intensos ojos azules.
Fuera por averiguar si aquel ente era real, o por cambiar la d por t de su ingrato apodo, Juande, aprovechando la excusa del pañuelito, tomó aquel brazo en lugar de la mano, y comprobó que el vello erizado de aquella extremidad no cuadraba con espectro ni alma en pena. Quiso entonces comprobar el motivo de aquella perturbación cutánea, si la impresión o el frío, y tratando de matar esos dos pájaros de un tiro puso camino de San Saturio otra vez, con aquella encantadora compañía.
Tardó más de lo habitual en volver con Susana, pero retornó con el trofeo, una sonrisa triunfante y rasguños de unas zarzas. La chica, angustiada por el remordimiento, se empeñó en recompensar a su reencontrado caballero, y el hombre hizo un último esfuerzo.
Pero en la noche cientos de ojos acechan, y la de autos varios amigos vieron a Juan de Dios Rueda por los mismos sitios con diferentes mujeres; y su viejo apodo, quizá ahora coherente, se vio automáticamente sustituido por el de Juanito Calavera, por otra parte igual de apropiado para la fecha en cuestión.
Y así, en la noche de las ánimas, perdió la vida Juande Norio, y desde entonces recorre las riberas del Duero en busca de un pañuelo la víspera de Todos los Santos. Si tenéis la desdicha de encontrarlo esta noche, no aceptéis truco ni trato. Eso sí, dadle calabazas.
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Ayyyy, jajajaja!
ResponderEliminarDe qué murió? Sobredosis de sexo?
jajajajaja!
Qué bueno!
Aunque todavía no estoy despierta, me has sacado las primeras sonrisas :D
Te doy premio por eso ;)
Un besito, y otro pa Juanito...
Calavera!
jajaja!
P
Bueno, las calabazas dependen de la generosidad del momento... :)
ResponderEliminarLo de la calavera si, es mas apropiado, si... estoy de acuerdo!
ResponderEliminarjajajajajjaja
Besicos
:D
ResponderEliminarPobre Juande, o tiene todo o no tiene nada :) Como tenga que esperar un año para que le suceda lo mismo...
Las cosas pasan sin uno proponérselo.
Capacidad narrativa: 10, buen hombre.
Abrazos.
Sencillamente genial Juenjo me ha encantado
ResponderEliminarufff!!! ¿ves como sí?
ResponderEliminarCerca del Duero he estado, pero bien refugiada, menos mal; la noche de ánimas me atrae, como todo lo misterioso.
Besitos
Muy bueno. Me he leído las dos partes del tirón.
ResponderEliminarBesos orgiásticos
Me he quedado "escalofríá"con la "Señora".Ufff,no,no me pararé a la orilla del río a esperar a Juande.
ResponderEliminarPara una vez que se deslizó por el sabor de la vida....
Besucos
Gó
Tempestades en lomos de cartón ,que bueno, me encantan tus cuentos Juanjo, me encantan.
ResponderEliminarcreo que los voy a imprimir me dejas?
De lo que se desprende que de toda buena leyenda puede surgir otra y de hecho surge otra quizás aún más novelesca.
ResponderEliminarBesos señor Juan-jo
¿Con quien coqueteó Juan de Norio esa noche? ¿Se alió con la muerte aquella noche, bella con larga cabellera negra e intensos ojos azules ? ¿Es por ello que se le ha de dar calabazas porque la muerte ya forma parte de su vida?
ResponderEliminarun beso
me dan miedo los cuentos de miedo, luego sueño por las noches, así que vas a perdonarme que no te lea hoy.
ResponderEliminarbiquiños,
Jajajajaj, eres genial, no puedo imaginar un final mejor para esta historia, felicida-T-es, me ha gustado un montón :))
ResponderEliminarBesitos y feliz finde :)