Lola - Pablo Picasso
La Lola de mi infancia fue mi primera novia, un cándido proyecto de esposa, una promesa de Dolores incumplida.
En mi juventud tuve -y todavía conservo- por amiga a una Lola auténtica, tanto, que precedía ese nombre al eterno acompañamiento de María. Tenía largos los rizos rubios, un café siempre delante y una silla cerca, y me consta que con el paso del tiempo ha procurado conservar esas compañías.
Apenas tuve tiempo de conocer a otra Lola anciana, que nos dejó sus dolores una noche de San Juan. Su hija, con la que tuve bastante más trato, compartía nombre, aunque parecía renegar de él, como si de esta forma huyera de su significado. Se hizo llamar Maruja, Maruja la de Lola.
La suerte no me ha permitido conocer Lolitas ni Lolines, dos alteraciones de la misma especie totalmente contrapuestas. Tampoco se me presentó una María Dolores como la del bolero, aunque he conocido mujeres así con otros nombres.
Podría excitar mi imaginación con Lolas futuras, pero no deseo reservar geometrías definidas para ellas. Si algo quiero pedir para las que vengan más adelante es lo que las une a su onomástica: la pasión. Eso sí, a ser posible, sin clavos, latigazos, ni sangre en los ojos.
En mi juventud tuve -y todavía conservo- por amiga a una Lola auténtica, tanto, que precedía ese nombre al eterno acompañamiento de María. Tenía largos los rizos rubios, un café siempre delante y una silla cerca, y me consta que con el paso del tiempo ha procurado conservar esas compañías.
Apenas tuve tiempo de conocer a otra Lola anciana, que nos dejó sus dolores una noche de San Juan. Su hija, con la que tuve bastante más trato, compartía nombre, aunque parecía renegar de él, como si de esta forma huyera de su significado. Se hizo llamar Maruja, Maruja la de Lola.
La suerte no me ha permitido conocer Lolitas ni Lolines, dos alteraciones de la misma especie totalmente contrapuestas. Tampoco se me presentó una María Dolores como la del bolero, aunque he conocido mujeres así con otros nombres.
Podría excitar mi imaginación con Lolas futuras, pero no deseo reservar geometrías definidas para ellas. Si algo quiero pedir para las que vengan más adelante es lo que las une a su onomástica: la pasión. Eso sí, a ser posible, sin clavos, latigazos, ni sangre en los ojos.
-.-
Dedicado a todas las María Dolores, Dolores, Lolitas, Lolas y derivados, y en especial a las mías.
Yo tengo una Lola, buena amiga
ResponderEliminar...y una perra, de mi hijo, llamada Loli.
He llamado a una compi llamada lola, ni ella se acordaba! jjajajaja
ResponderEliminarBesicos
Yo no me llamo Lola, pero siempre tengo algún dolor por algún lado. ¿Me sirve para pillar un trocito de dedicatoria? Es que te quedó tan bonito...
ResponderEliminar;)
Debe ser muy doloroso...
ResponderEliminarJAJAJAa
Besos
pues la única Dolores que había en mi vida despareció con mi ex-marido, es su madre, es decir, mi ex-suegra... que dejó de hablarme, al igual que su hijo, cuando nos separamos...
ResponderEliminarasí es la vida.
un texto entrañable, fluído y con su toque gamberro... me ha gustado mucho.
bicos,
Yo me llamo Emilia. Y hoy es mi santo...por lo que con tu permiso, me llevo de las Dolores un poco del protagonismo que nunca tuvo mi nombre. Aunque a veces tambien sufrí por él, y por otras cosas.
ResponderEliminarUna sonrisa
Hostia es verdad que lo de Dolores viene por el Viernes de Dolores. Con estas cosas de que ya se ha abandonado lo religioso ando un poco despistado...
ResponderEliminarComo carne cuando me apetece y no celebro estas onomásticas.
ResponderEliminarPor suerte no tengo dolores, aunque toco madera.
Besicos,
Yo conozco solo a una Lola y lamentablemente no hace honor a su nombre o al menos hacía lo que tu pides. Mas sosa que sosa. Lo que viene a demostrar que nuestro nombre no dice nada de nosotros, todo lo más de áquel que nos lo ha puesto.
ResponderEliminarUn placer leerte, en viernes santo, y en cualquier otro día
Sonrío abiertamente ¿ No has conocido ninguna "Lolita"? Eras muy joven, date tiempo....
ResponderEliminarUn beso
No sé hasta qué punto el nombre tiene sentido en las personas,pero me gusta tu Lola cuya compañía era un café y su silla.
ResponderEliminarTodas las Dolores que te lena,se sentirán cotentas por la felicitación.
Besucos de Pascua
Gó
Excelente entrada, te seguiré visitando.
ResponderEliminarUn saludo.
No me gusta el nombre de Dolores por su significado.
ResponderEliminarPor qué llamarse como el dolor? Einn?
Sin embargo Lola tiene fuerza...engancha, es potente!
Será por eso que las llaman Lolas?
A lo que todas tenemos, quiero decir, las lolas, xDDD!!!
Algunos se empeñan en llamarlas Domingas, pero nahh, tú ni caso, jajaja!
Como dice Alma, el nombre de uno sólo puede hablar de quien lo puso.
Un besito
P y sus lolas, jajaja!
Hay lolas y "lolos" que no se olvidan...(suspiro) aun cuando pase el tiempo su maravillosa huella deja un aire de alegria.
ResponderEliminarUn brindis por las lolas, dolores, marias...etc... que vendran a tu camino!
saludos!
Dolores, Angustias y Soledad: las tres Marías.
ResponderEliminarBesos.
Lola es más bonito que Maruja... :)
ResponderEliminarY si de algo no me cabe duda, es de que son mujeres de armas tomar. Así que va por ellas.
Besos
Soberbio.
ResponderEliminarY me pregunto yo; ¿por qué has escrito en cursiva la palabra "procurar"? Sonrío.
pues en nombre de mi hermana que se llama así gracias.
ResponderEliminarbesinos
De pequeña conocí a una Lola, vendía tabaco en un pequeño local frente a la tienda de mis padres. Era sorda y murió sin saber mi nombre. Yo lo intentaba una y otra vez, pero la pobre acababa mareada y no se enteraba. Cuando aprendí a escribir, se me encendió la bombillita y le escribí mi nombre en un papel, pero la pobre era analfabeta. Yo me quedé muy sorprendida, pensaba que las personas mayores lo sabían todo. La pobre mujer le decía a mi madre: "¿cómo leche le has puesto a la niña? que me voy a morir sin saberlo", y así fue.
ResponderEliminarBesos y felicidades a tus Lolas.
Aquí tienes a tu disposición una Lola Mary por expreso deseo de su madre. Para los amigos, lola a secas. Besazo.
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