Al ministro sin cartera se le veía feliz, lucía siempre la mejor sonrisa del Gabinete. Una sonrisa que no perdía ni siquiera después de las deliberaciones del Consejo de Ministros de los viernes. Tras ellas, algún periodista le formulaba cualquier interrogante malintencionado, al que siempre respondía con un "Me alegra que me haga esta pregunta...", seguido de una respuesta calculadamente ambigua, expresada con su inmutable semblante.
No consiguió cambiarle el risueño rostro ni siquiera cuando el reportero de turno le preguntó sobre el rumor, cada vez más insistente, que corría por los pasillos del Congreso: encabezaba la lista negra de la siguiente crisis de gobierno.
Cuentan que cuando abrió el sobre lacrado con su cese, su sonrisa ensanchó todavía más su cara. A su lado, resplandecía un elegante objeto de cuero negro, carísimo. Ya no era ministro, pero tenía cartera.
El Presidente siempre tuvo esos detalles.
El Presidente siempre tuvo esos detalles.
-.-
Los ministros sin cartera dónde llevan sus bártulos, en una mochila de La bola del Drac?.
ResponderEliminarDivertidisimo. Pero ganaría enteros (mira que soy pejiguero) si obviamos la frase explicativa de "ya no era ministro.."
Eso es lo que tiene ser ministro sin cartera, que puedes dejar de ser ministro pero nunca pierdes la cartera, incluso y como en tu relato te la regalan.
ResponderEliminarLa frase "ya no era ministro" es la que más me gusta del relato.
Un abrazo Juanjo
No hay que perder nunca la sonrisa.
ResponderEliminarBesos :)
Esos sí que saben vivir la vida y salvar sus crisis a base de abrir carteras...
ResponderEliminarYo sigo pensando que lo de la crisis es como el cuento, ese que decía: que viene el lobo. Un gran invento para recoger más dinero y llenar más carteras.
Abrazos.
P.D:A ver si viene el lobo para todos los de arriba
además... siempre les queda el pedazo de pensión vitalicia... ¿por qué van a dejar de sonreir?, no tienen motivo.
ResponderEliminarbicos,
Pues yo tampoco dejo de sonreir, jajaja, primero porque mi madre, cuando no doy palo al agua me dice: quién te crees que eres, un ministro sin cartera? Jajajaja!
ResponderEliminarY segundo, con la mochila de la bola de drac de Raúl, jajaja!
Joer, quien fuera ministra sin cartera para poder reir siempre, durante y después!
Un beso
Lala
Oye, que presidente mas majo... seguro que no era ZP ;)
ResponderEliminarBesicos
Es lo que tienen los juegos de Rol jugados sin pasi'on... que al final uno quiere dejar de jugar...
ResponderEliminarAbrazo y encantado de pasar por aqu'i (a trav'es de Lala)
jajajajaja, Ay!!!! Juanjo hoy necesitaba reír, mil Gracias
ResponderEliminarExcelente.
Besines
Desprenderte de tu atuendo y cartera es como para pensàrselo...
ResponderEliminarjajaj aunque te queden carteras literalmente hablando y no sea lo mismo.
Besos.
Siendo malintencionada estaba tratando de poner nombre y cara al ministro sin cartera; al final cuando deja de ser ministro le he descubierto cara de President de cualquier autonomía.
ResponderEliminarUn beso
Si es que al final, lo único que importa, es con lo que te quedas. Pedazo cartera para guardar su ambigua sonrisa y su inoperancia patente. Ya le caerá alguna Dirección General...fijo.
ResponderEliminarUna sonrisa anárquica
Bah... la cartera es lo de menos.
ResponderEliminarLa verdadera golosina es la jugosa pensión de jubilación que se gastan.
:)
Nada como la delicadeza de ese
ResponderEliminardelicadísimo Presidente.
El comentario de Iliamehoy es
imperdible.
Esa sonrisa denota el augurio de
días mejores, segurísimo.
Saludos
BB
Temo parecer desaprensivamente realista, pero teniendo en cuenta la cantidad de dinero que un ex-ministro, con o sin cartera, siguirá cobrando por haberlo, en algún momento, sido...
ResponderEliminarmejor no serlo y, ante el cese, reir a mandíbula batiente.
Besos.
Siempre me hizo gracia eso de "ministro sin cartera", que sería como mandar mucho pero sobre nada en especial, o mandar donde haga falta, o seguramente (seamos realistas)chupar del bote por pasar por ahí.
ResponderEliminar¡Snif!
ResponderEliminarCasi me has hecho llorar con el mensaje que le has dejado a Alma.
¡Ríoooo!
Gracias por atreverte a dejar tu voz en mi entrada. Te has vestido de gala para la ocasión, serío y elegante como la idem lo requiere.
ResponderEliminarUn abrazo
¡¡Hola Juanjo!!
ResponderEliminarSi es que, esa es mi filosofía.
Hay que tener instalada de modo permanente la sonrisa en la cara.
Porque siempre, pero siempre, siempre y por malos que sean los momentos, hay lago bueno a lo que agarrarse y bien sujeta a ello, no permitir jamás que desaparezca la sonrisa, incluso aunque no pueda salir hacia afuera.
¡¡Pero que majo el presi!!....ja,ja,ja
Un beso.
hola Juanjo...
ResponderEliminarme voy al mar ,pero quiero darte un besín y un hasta la vuelta.
no sé si reirme o llorar... pero q tenemos una putada con los ministros sonrientes... halaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarbesazos Juanjo... q este mar gallego en q navego, está deliciosamente cálido en los días como hoy...
Menos mal que no hay cartera, a ver con que brazo la sujetabamos.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, no, mejor un beso no vayamos a apretujar demasiado.
me gusta la ironía, podrá provocar la risa de lo lineal y las endorfinas hacen falta;pero la reflexión la dejás picando...
ResponderEliminaren nombre de quien gobiernan? sabemos como se dan las manos de las cartas y sus actuaciones en el espectáculo mediático y de sobra no dudamos que fuera del juego les queda otro más suculento incluso en esa cartera nueva, de clientes?
el horror es que hacemos como pueblo? podemos intentar cambiar de juego con el voto?podemos intentar ser alguno de nosotros quienes entren al gobierno a no jugar? o nos resulta más seguir en nuestro puesto de observador sin vos?
es una casi costante enla mayoría de los pueblos y a veces tan solo a veces los pueblos desde abajo mueven a los dueños de las carteas ya quines las regalan para avisarles que los estamos mirando y juntos podemos otro camino
jaja aquí viene la risa...podemos el juntos? ese es nuestro gran problema
gracias por ver que tenemos mismas pajas en ojos ajenos y nuestros
cariños