La ilustración es de Petra Acero. El relato lo escribí para Esta noche te cuento.
Mi pequeño homenaje a los Eagles y su famosa canción.
Como si se tratara de una nueva plaga de insectos, aquel lunes insípido de febrero empezaron a aparecer los periodistas. Llegaban en pequeñas oleadas de dos o tres, en coches discretos, simulando ser turistas, pero todas las preguntas, tras pocos rodeos, acababan en el hotel y en algunos tipos, de nombres extraños, a los que nadie recordaba haber visto.
A partir de entonces, se sucedieron los rumores. Al principio, se decía que los individuos buscados aparecían registrados todos los años, durante la primera semana de febrero, desde 1976. Después, que entraron en el hotel por esas fechas, y que no se anotó ninguna de salida, por lo que es posible que sigan allí desde entonces.
Lo único cierto, lo que salió en todos los periódicos, es que en un lugar apartado del sótano, oculto por un falso tabique, encontraron una cripta con tres ataúdes vacíos y sus respectivas lápidas conteniendo los nombres de los extranjeros: Don Felder, Glen Frey y Don Henley, junto a un esqueleto de águila real del que se conservaban todas las plumas.
A raíz del suceso, el mediocre Hotel Bahía cambió su nombre y tiene el cartel de completo todos los días.
-.-
Buen texto. Incita a la curiosidad de lo que pudo haber pasado.
ResponderEliminarGracias, Miss Breuil, es sólo una aproximación a los muchos interrogantes que tiene la canción, pero 200 palabras dan para lo que dan.
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