Temblaba apoyado sobre mi frío asiento, con movimientos vibrantes, desesperados; aunque debo decir que siempre me comporto así: mi naturaleza es propensa a estos vaivenes, tan poco apreciados por los humanos.
De repente noté un aire cálido sobre mi cabeza; unos labios enormes, gigantescos, se me acercaban. Aprecié el aliento perfumado, la proximidad de su lengua húmeda, que se apartaba para dejarme paso. Sentí una fuerte atracción, difícil de resistir. Su boca me buscaba, notaba como todo su ser me deseaba, y mi ser no podía aguantar más esa fuerte atracción.
En la sala se produjo un silencio expectante; ojos ansiosos me observaban esperando el desenlace. Sentí una fuerte presión y me despegué del plato. El aire se llenó de risas y aplausos, de vivas y aclamaciones. Acababa de ser engullido, de un solo golpe, dejando tan solo huellas marrones de caramelo sobre la delicada porcelana blanca.
Venía a dejarte un comentario, pero voy a dejarlo para mañana, ahora voy a comerme un flan aunque no creo que pueda de un solo golpe.
ResponderEliminarUn beso de caramelo caliente
mmmmmmmmm qué rico!!!!!!!!
ResponderEliminarsírveme un poco más, que yo soy golosa!!!!!! jejejeje
gracias por aprobar mi nueva faceta... será interesante descubrir a dónde me llevará
Besines guapo
Qué dulce y feliz está el tipo. En algunos momentos...¡quién fuera flan!
ResponderEliminar:)
Saludos
(Yo estoy a dieta, por eso cambio el rol, no puedo permitirme pensar en ser devoradora de flanes)
¡Ay hijo!
ResponderEliminar¡Qué mal amigo eres!
Llevo un mes comiendo verde y privándome de dulces, patatas, arroz, pan, etc. ¿y vas y pones esa foto?
¡ Por Dios!! Si parezco el perro de Paulov!
No es justo.
Buaaaaaaaa!!!!!
Rosa (Ceniza de mar)
Pdta: Siento haber perdido los papeles, Juanjo.
el blog con olor a verano.
ResponderEliminarQue conste que venia a decirte que como siempre es un placer leerte, pero como ya hace un ratito que he cenado pues me voy a comer otro flan. Al final vas a hacer que coma, no hay mal que por bien no venga, es decir, no hay flan que se me resista.
ResponderEliminarUn beso
P.D. Como siempre es un placer leerte
Buen postre, sí, señor... aunque me guste comérmelo más despacio, saboreándolo y no como en una prueba del Guinness...
ResponderEliminarGracias por tus deseos... Espero que este año sea realmente especial para ti.
Un beso, guapetón.
Lo sabía, algún día tenias que sucumbir ante una oda al flan engullido.
ResponderEliminarQue me gustaría verte comiendote uno de ellos de un plumazo, sin atragantarte y es que se ve tan delicioso.
Ains, mi Juanjo que te echaba ya de menos y vuelves con un dulce, si
Te lovius
Siempre he querido zamparme un flan así!
ResponderEliminarAcercarme al plato con la boca abierta y zlump!, p'a dentro aspirando.
No sé por qué no lo he probado todavía. El modo de comerlo, no el flan...
A mi dame dulces....ja!
Me los com todos! :D
Besitos!
Äfrica
Los flanes ya no me suponen un reto engullirlos pero, ¿has probado alguna vez con un polvorón?
ResponderEliminar(Quizá un pequeño Principito aún con gusto navideño.)
jaja, conozco esos silencios, yo los vivo al 100% siempre, con la sonrisa apuntando lo que vendrá luego, con ojos expectantes que desean que suceda lo que se sabe pasará a ciencia cierta. Soy así, tan...
ResponderEliminarJuanjo, un saludo.
ummmmmmmmmmm pero que provocativo esta ese flan. jajajajaja.
ResponderEliminarJajajaja... me recuerda a esa canción de Serrat: "Miré al techo buscando inspiración y... por cierto que este techo necesita una mano de pintura..". Muy rico el bocadito, no obstante....
ResponderEliminarTe ha quedado un post un tanto erótico, ¿no te parece?
ResponderEliminarBesos orgiásticos.
Alma:
ResponderEliminarNunca devores un flan si no es en presencia de tu abogado (y mía si no hay cabalgata)
Zíngara:
Toma el que quieras. Los flanes no se acaban.
Tesa:
Dulce o salado, el desenlace de la historia de este flan es un final feliz. Lo envidio yo también, vamos.
Rosa:
Lo siento, de veras. Cuando termines la dieta come uno a mi salud.
Papelucho:
¡Bienvenido!
No sé si el blog huele a verano, pero me encanta esa estación, y la echo de menos, que quieres que te diga.
Conchi:
Te echo de menos. Si no adivinara las causas iría a tirarte de las orejas, pero... mejor así.
Hay momentos para todo: para degustar y para devorar. Ya iba tocando devorar un poco.
Nikté:
Alguna vez hay que sucumbir, y es todo un placer hacerlo.
Äfrica:
Caerás en la tentación sin duda. Espero que con éxito.
Aarón:
No lo he probado. Eso tiene que ser duro, chaval. El polvorón, pese a su nombre, tiene mucho menos erótica que el flan.
Lumons:
Esperar con una sonrisa lo que sabes que va a llegar a ciencia cierta, es una decisión inteligente siempre, venga lo que venga.
Mar:
Para comérselo, sin duda.
Carlos:
Si mirara el techo encontraría muchos desconchones. No pienso que las musas hayan pasado de mí, pero estoy con el aquaplast y tal, y no encuentro tiempo para ellas. Lo pagaré, sin duda.
Ella:
A mí si que me lo parece. ;-)
Besos y abrazos.
Goloso post!
ResponderEliminargolosa foto!
Me encanta el casero de mi madre, el que se derrumba de tanto temblor, y sobre todo por mi impaciencia que no lo dejo reposar y lo deboro, eso sí con pequeños bocados para atrapar el sabor en mi boca.
Debería de ser delito engullir flanes, asi casi ni se disfruta de su sabor!
Me gusta la visión que tiene el flan del mundo.
Saludos y besitos veinteañeros!!^^
No creas Juanjo, el polvorón tiene su erotismo e incluso sensualismo. Su sabor dulce, sucumbe fiel frente a la domesticada lengua, que ambiciosa, espera con placer algún trocito de almendra para degustarla bruscamente.
ResponderEliminarPD: ¿quién no espera con recelo un trocito de almendra en su vida?
(Quizá un pequeño Principito)
Oh!!!!!
ResponderEliminarNo se me había ocurrido verlo desde el otro lado :(
Pobre flan ;)
besicos y gracias por pasarte por mi rincón :D
A quien no se gustaría ser esa Crema Volteada, y más...sí son saboreados por los labios deseados.
ResponderEliminarUhmmm.
Un abrazo...
Milena
Aparte del concurso de comer flanes de un golpe, que ya nos resulta familiar, en alguna ocasión encontré uno de comer salchichas, otro de hamburguesas y otro de huevos. Pero sin duda alguna el que más me sorprendió fue uno de comer ortigas. La dificultad del mismo radicaba en la irritación que éstas te producían en toda la cavidad bucal, lo que llevaba a los participantes una vez acabado el concurso a estar varios días sin probar bocado. Hay gente para todo.
ResponderEliminarBesos.
Veinteañera:
ResponderEliminarDebe de ser bastante estresante ser engullido de golpe; aunque ser despedazado a trocitos quizá sea más angustioso.
Aarón:
Me ha encantado tu visión del polvorón. Por supuesto que buscar la almendra entre tanta harina tiene su erotismo. Eres un crack.
Belén:
Gracias por tu visita. Seguro que, a partir de ahora, verás con más ternura a los flanes, antes de devorarlos.
Milena:
Mucho tiempo sin pasar por aquí. Me alegra tu vuelta.
Habría que preguntar al flan. Supongo que se cambiaría por los labios.
Lo que ven mis ojos:
Argggg, ¡qué dolor!
Besos y abrazos.
Jajaja... me uno a los aplausos que sonaron en la sal cuando el pobrecillo flan fue engullido.
ResponderEliminar¡Olé por tu imaginación!
En la sala, ¡no en la sal! :)
ResponderEliminarJo, vaya horas para ver esa fotito...parece tocino de cielo...qué rico!! cómo me tenga que saltar la próxima hora por tu culpa para irme a desayunar...vaya vaya.
ResponderEliminarUn besito y espero volver pronto.
Jolín, hasta que he sabido cómo hacer el comentario...
ResponderEliminarOtro besín.
Sara
Este relato me suena tanto ;)
ResponderEliminarPero has dado pistas con la imagen...así les has sido más fácil, no como a mí, que me pilló de sopetón.
Un beso ojazos...
Pobre flan, mira que engullirlo de golpe, con lo rico que está poquito a poco, como la vida, hay que degustarlo.
ResponderEliminarSaludos!
estoy revisando tus puentes de navegación...
ResponderEliminareres bueno ... realmente bueno