La casa es demasiado vieja, y como tal, aseguran que está habitada por extraños personajes. Yo necesito dar una vuelta por ella todas las noches, cuando el bullicio cesa y reina cierta tranquilidad apenas perturbada por los ruidos acostumbrados de las mansiones de este tipo: viento que se filtra por las ventanas, puertas que chirrían, el goteo de algún grifo mal cerrado o susurros de extrañas procedencias.
Tratando de descubrir al dueño de una de esas voces me adentro en la despoblada segunda planta con paso temeroso. En el arranque de la escalera me encuentro con ella. Está vestida de un blanco irritante, tiene el rostro demacrado y una expresión lánguida, como de sueño. Al verme, su cara se desfigura de tal forma que el pánico se apodera de mí. Pretendo correr todo lo que da mi alma, huir a toda velocidad de la escena, pero mi espíritu no responde, atenazado por el peso de las odiosas cadenas.
Temo que si alguna vez reuno el valor suficiente para enfrentarme a uno de estos seres, apenas conseguiré pronunciar unas pocas palabras ininteligibles.
-.-
Simplemente, genial. Se cambiaron
ResponderEliminarlos papeles...
Un beso
BB
Siempre nos asusta el otro, se vista como se vista.
ResponderEliminarUn abrazo
Aleeeeeeeee!
ResponderEliminarLos otros!
No me extraña que vayamos asustando a cualquier ser pacífico.
El pobre, sin poder huir por la maldita cadena con bola...
Y nosotros, encadenando cualquier cosa que nos parezca diferente!
Cawenelego!
Un besito
Lala
Como siempre, sorprendida de tus giros y tu capacidad de síntesis.
ResponderEliminarUna sonrisa en cadena
Miedo ¿quién dijo miedo?
ResponderEliminarUfffff ...... Juanjo estos relatos tan perfectos a mi me asustan y mucho. Dormiré con la luz encendida algunos días ..:-))
Magnifico como siempre, amigo.
Mis besos cielo.
Llama a una medium!
ResponderEliminarjajajajajajajjaja
Besicos
Los fantasmas de blanco siempre me han atemorizado más que cualquier otra cosa.
ResponderEliminarEspero que nis cuentes la resolución :)
Abrazos
Sutil.
ResponderEliminarA veces el miedo está en nosotros mismos, no hay que buscar más lejos. A veces esos miedos son simplemente fantasmas y a veces, no lo queremos ver.
Me gustó mucho.
Yo creo que en mi casa viven entes así; no los puedo ver, pero se manifiestan a todas horas. Hoy, de hecho, no he pegado ojo...hay gente que dice que eso son corrientes de aire que producen ese ruido. Pero yo oigo pisadas...
ResponderEliminarAlgunos fantasmas visten de paisano y se cuelan en nuestras vidas sin darnos cuenta. Y luego, claro, llega el miedo.
ResponderEliminar¡¡Fantasmas fuera!!
Besos que saben a cercanía,
a puntito estuve de no leer este relato porque soy muy miedosa...
ResponderEliminarcomo decimos aquí en galicia, espero que nunca me pase nada parecido "Meigas fora".
biquiños,
Al leer tu post me viene a la cabeza el Fantasma de Canterville, de Oscar Wilde, que me encantó tanto en novelita -es muy corta- como en película, protagonizada por Charles Laughton y de la que luego se han hecho otras versiones.
ResponderEliminarEsto de las mansiones siempre nos lleva a pensar en huéspedes etéreos y molestos.
:)
Muy buena la forma en que el cuento apunta en una dirección hasta que una sola palabra,"cadenas", le da totalmente la vuelta. Chapó, amigo
ResponderEliminarHola juanjo!!! de una forma algo extraña he llegado a tu blog....sera que realmente existe esa energía que une almas???? o que el título de tu blog tiene algo que ver con el mio??? o tal vez los fantasmas??? no sé...pero creo que voy a volver por aqui...un beso de vainilla
ResponderEliminarCómo me ha gustado! Y es que los humanos somos bastante malos... y a veces damos mucho miedo. Me gustó tu giro de la situación. Genial como siempre.Un saludo.Blau.
ResponderEliminarJuanjo, mira que me tapo los ojos, eh? Un saludo miedoso!
ResponderEliminarJuanjo, mira que me tapo los ojos, eh? Un saludo miedoso!
ResponderEliminarMe gustan esas casas en las que tantos antes vivieron y en las que, quizás, tras algún ruido extraño, me hace sentir parte de su misterio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuando la mirada se anima a mirar, la voz se silencia, entonces el alma se ateve a pasear en paz...
ResponderEliminarSaludos.
Yo no sería capaz de pronunciar una sóla palabra, seguro :)
ResponderEliminarBesos
Hola chico!!! que alegría me ha dado verte por allí....te has planteado que puede que ya te hayas encontrado con algun fantasma?
ResponderEliminarYo si, los del pasado, mis fantasmas, esos a los que no queda otro remedio que enferntarse aunque uno no quiera....yo lo hice con miedo....con palabras ininteligibles...pero lo hicé...y te aseguro....que tras abrir la puerta el valor....el que se asustó fue el susto.....
Escribe pronto merece la pena leerte.....me gusta lo que escribes y como lo escribes.....
Besos de canela.....y muchas gracias por venir....
interesante relato de palabras con sentimientos me voy pero vuelvo besos
ResponderEliminarEs lo que tenemos los humanos, asustamos un montón. Jeje
ResponderEliminarUn abrazo
Jo, Juanjo.
ResponderEliminarHacía un montón que no te visitaba.
Pensé que seguías convaleciente o de vacaciones...
Me alegro de tu regreso.
Ella es un alma en pena y "Tú" un fantasma perdido en mansión ajena...
Quizá si pudiérais supera el pánico recíproco que os producís pudiérais, hasta entenderos en el lenguaje ininteligible de los espíritus errantes...
Bienvenido
Un abrazo grandote.