Él no parece triste. Un poco desconcertado, puede ser, o simplemente no le termina de convencer la nueva distribución. Mira el televisor y lo ve demasiado bajo, y también necesitaría un sofá, una mesita, un mueble para la máquina de escribir. Ella se lo ha debido de llevar todo y él trata de recomponer su vida, empezando por el salón. Muy típico.
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Me encanta el nuevo armario para llaves que he comprado. Da mucho que pensar. No sé que hice con los dos tiradores que venían aparte, pero he decidido que no los voy a colocar. Taparían una parte de la imagen, de la historia que contiene. Deslizando los dedos por abajo o por arriba, conseguiré separar las dos hojas de la puerta con facilidad.
Ahora que lo pienso, quizá sea demasiado grande el armario para un único juego que contiene sólo dos llaves.
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Buenas ideas, Juanjo. Yo quitaría el "muy típico" Ese juicio lo hace el lector. Lo que no hace el lector, o al menos yo, es barruntar semejantes cuestiones cuando le han dejado plantado. Me parece una presentación estupenda y original.
ResponderEliminarFelicidades.
Gracias por el comentario, Luis. En este caso, el protagonista está opinando sobre lo que ve en el grabado del nuevo armario para llaves que ha comprado. Una situación muy parecida a la suya, por lo que parece. Desde luego, hay que ser bastante masoca para comprarlo.
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