Otro relato, y van unos cuantos, de los viernes creativos de Escribe fino.
A través del hueco que deja la cortina, siento que sus miradas se posan sobre mí. Ha sido un acierto disponer la sala de entrevistas de esta forma. Así, no solo percibo que me miran, también puedo escuchar sus conversaciones con claridad.
Ahora comentan lo bonitas que son mis piernas y que, si el resto acompaña, poco va a importar lo que diga mi currículum.
Antes de entrar, voy a darles un poco más de cuerda. Que quieren ver más, pues, con un pequeño movimiento, mi falda subirá unos pocos centímetros y mi escote asomará un poco por la rendija. Quiero comprobar hasta dónde son capaces de llegar sus lenguas desatadas.
No. No voy a descruzar y cruzar las piernas a lo Sharon Stone. Mejor que no se queden con una imagen tan frívola de su nueva directora general.
-.-
Muy bueno. En su momento no lo leí. No sé si lo colgaste en la página de Viernes Creativo. Pero nunca es tarde para recrearse en una buena lectura. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Virtudes. Yo tampoco me acuerdo, jajaja. Es posible que no llegara a tiempo y no lo publicara. Una versión de este relato es el que aparece en El vuelo de Neleb. Gracias por pasarte por aquí. Un abrazo.
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