22 junio 2006

La red desmantelada

Los presentimientos de los agentes del MI5 demostraron estar bien fundados. Tras la reunión, los rusos tomaron un rumbo incierto en su coche, y los británicos los siguieron con mucha cautela. Tras una serie de tumbos, destinados a despistar a sus posibles perseguidores, enfilaron la ruta que conducía a la casa de Ramón.

Esta vez los servicios secretos de su Graciosa Majestad decidieron rehuir el contacto directo. Sabían que en casa de aquel hombre no quedaba nada interesante que obtener, pero tampoco podían dejar que los rusos, en un espiral de ira, intentaran golpes de mayor envergadura. Así que se les ocurrió una forma fácil de quitárselos de encima sin implicarse: llamar a la policía española. Una simple llamada anónima de robo sirvió para que los agentes rivales terminaran camino del calabozo, y las gestiones posteriores entre las embajadas británica y española para solucionar un conflicto diplomático de consecuencias impredecibles.

Porque la información analizada, y posteriormente incautada a los rusos, comprometía seriamente a los gobiernos de Londres y de Moscú, y estaba a punto de salir a la calle. Si no lo había hecho ya es porque faltaba un informe, el definitivo, el que comprometía a los dos gobiernos en un plan maquiavélico, cuyo objetivo era terminar de un plumazo con toda la cúpula dirigente de la resistencia chechena.

La vivienda de los agentes fue registrada; se les confiscaron los documentos, previamente fotografiados por los espías británicos, y varias obras de arte robadas. También se les acusó de la muerte del embajador. Fueron trasladados a prisión, y se les asignaron celdas de alta seguridad, separados entre sí, y aislados del resto de los reclusos.

La presión psicológica y el aislamiento total hicieron su fruto, y finalmente los agentes cantaron, facilitando los datos de los principales cabecillas del movimiento de oposición al gobierno de su país. La red fue desmantelada en la misma Rusia, y se recuperaron todos los documentos que faltaban. Todos, menos el último, el decisivo, que no fue localizado.

La muerte del embajador no fue aclarada; los espías aseguraron una y otra vez su inocencia, aunque reconocieron tener cuentas pendientes con él, que habían intentado solucionar el mismo día de su muerte. Al parecer, el embajador percibía importantes cantidades de dinero por los informes que entregaba. En esta última ocasión había pedido el dinero por adelantado, pues tenía problemas económicos, pero no había entregado la documentación a cambio. Tras una tensa reunión, les aseguró que se la entregaría al día siguiente, pero evidentemente no cumplió su palabra.

A partir de entonces su primera prioridad fue recuperar por su cuenta esos papeles o el dinero, pues sus compañeros se sentían estafados y empezaban a desconfiar hasta de ellos mismos. La ausencia de Sofía les hizo sospechar. Acudieron a su casa, la registraron, pero no encontraron nada. Es más, tenía allí todavía la ropa y los pocos objetos que poseía.

Por si volvía a buscar sus enseres, establecieron un plan que les dio resultado. Localizaron a una de las pocas amigas que tenía Sofía en el vecindario. Se llamaba Marta, y era abierta, simpática, alegre, y muy habladora, pero poco prudente. Resultó sencillo granjearse la confianza suficiente para que alardeara de su amistad con Sofía, para, una vez convencidos de que podía serles útil, amenazarla pistola en mano, exigiéndole que les avisaran si la mujer daba señales de vida.

Todos los días le llamaban para recordarle su compromiso, y cuando finalmente la llamada de Sofía se produjo, el terror se apoderó de ella y no pudo disimular. Los agentes la siguieron hasta el lugar de la cita con Ramón, y a partir de ahí todo pareció sencillo. Localizaron la casa, la cercaron, y se limitaron a esperar. Tarde o temprano la mujer tendría que salir. Pero inexplicablemente para ellos, se les escapó, intercambiaron tiros son unos desconocidos, y de poco terminan en manos de la policía.

Tras la fuga de Sofía, desmoralizados y desorientados, quisieron recuperar los documentos por las bravas, en un intento desesperado de conservar el pellejo, y se la jugaron acudiendo directamente a los servicios secretos británicos. El aparente clima de colaboración que se estableció en aquella primera reunión les hizo concebir esperanzas; pero el tiempo pasaba, Sofía no aparecía, y las exigencias desde Rusia eran cada vez más duras. Así que de nuevo, decidieron pasar a la acción, y terminar el trabajo que se habían dejado a medias en casa de Ramón, donde esperaban encontrar, si no los papeles famosos, alguna pista del paradero de su compatriota.

Pero su última aventura terminó entre cuatro rejas a las afueras de Madrid y su situación ahora no era nada envidiable, aunque podía ser bastante peor si los extraditaban a su país, donde serían acusados de alta traición con toda seguridad. Esta vez, ni tenían un as en la manga, ni nada que ofrecer a cambio, pero mientras no apareciera el misterioso papel quedaba un mínimo rayo de esperanza.

6 comentarios:

  1. Anónimo5:16 p. m.

    Uff, esto está al rojo vivo, pobrecitos mi Ramón y tu Sofia, cachis, como los pillen....
    Bueno, yo venía más que nada a Felicitarte, guapo y mandarte dos sonoros besos en las mejillas por tu santo, que debe ser San Juan, porque San Juanjo, hasta que te canonicen no esxiste, ¿verdad?, jejejeje.
    Pues eso, dos besazos bien plantaos, guapísimo.

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  2. Anónimo8:47 p. m.

    Yo venía a lo mismo que he recordado que San José no lo celebrabas y digo...amo a ver si este sí; pero se me han adelantado, así que ya tienes otros dos besos más así, sólo por eso.
    Muas muas.


    Dónde está ese "papel" que separa tu vida y la mía, ese mardito "papel" que no deja que nos acerquemos...(8)

    Vas a celebrar hoy esta noche?

    Besitos varios

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  3. Anónimo5:19 p. m.

    Pues yo.... jolín... jeje se me olvidó, pero...bueno, nunca es tarde FELICIDADES!!!
    En cuanto a tu novela parece que se va desenmarañando la madeja.
    Venga que tengas buen finde.
    Noelia.

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  4. Anónimo4:17 p. m.

    Pues yo no venía a felicitarte y sí a saludarte, así que aprovecho y te felicito, te saludo, te beso y te emplazo para finales de Julio cuando vaya a mi terreta para que nos veamos y nos tomemos una super HORCHATA! porque aquí los italianos de lo bueno lo mejor no tienen ni pajolera idea.
    Buen domingo.

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  5. Anónimo10:25 a. m.

    Vaya.... cuanta prisa por desvelar acontecimientos... ¡ni que estuvieras pensando en darle carpetazo a la historia.. je je je! Claro, que todavía quedan algunos "pequeños" misterios pendientes: ¿Quien mató al dichoso embajador? o mejor aún... ¿Que pasará con estos dos tortolitos? ¿Comeremos perdices o tendremos final melancólico....? Ainsssss... ¡Cuantas dudas...!

    Un abrazo

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  6. Anónimo12:23 p. m.

    Holaaaa!!!! Paso fugazmente por aquí. La verdad es que he tenido una semana ajetreada. Y sí, estabas en lo cierto: Fui a ver a Shakira, pero en León. Y luego cogí un tren que me llevó a Madrid para ver a mis compañeros de carrera... Bueno, dejo de contarte mi vida, que me enrollo y no par :p

    Ando un poco perdida con la historia, además han metido dos capítulos nuevos. A mí me quedan muchas cosas sin resolver: ¿Quién mató al presidente?, ¿Cuál es el dichoso papel que falta?, ¿Quién es realmente Sofía?...

    Un besote!

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