20 enero 2007

Recetas y farmacia

El cuadro es una obra de Juan M Valcarcel Obelleiro


El médico observaba aquel pie con asombro, aunque intentaba a duras penas que no se notara su estupefacción. La verdad es que nunca había observado un caso igual, y no se atrevía a confesarlo tan abiertamente; así que pidió tiempo en forma de pruebas y análisis, no sin antes recetar la correspondiente dosis de analgésicos para atenuar los síntomas y calmar las inquietudes del enfermo.

Toda esta representación tenía su culminación en una bien estudiada calma y una sonrisa tranquilizadora. Sin embargo, no consiguió los efectos deseados en Gastón, más ducho en estos asuntos, que lo único que deseaba era un diagnóstico, y veía claramente crecer la sombra de la duda, pues era evidente que iba a abandonar la consulta sin él.

Como el dolor pesaba más que la impaciencia de no conocer el origen de sus males, acudió a la farmacia nada más salir de la consulta, y después acompañó su dosis de analgésicos y antiinflamatorios al café y el cruasán que tomó, deprisa y corriendo en una cafetería, antes de incorporarse al trabajo.

El alto montón de papeles atrasados y el efecto de la química consiguieron que Gastón olvidara por unas horas que tenía una enfermedad misteriosa y desconocida, y la sonrisa volvió a aparecer en su rostro.

12 comentarios:

  1. Anónimo9:51 p. m.

    Upsss, me pregunto que dignóstico le darán luego. Mientras tanto dejo a Gaston un antibiótico, por si tiene una infección... ;-)
    Un abrazo
    Milena

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  2. Anónimo10:50 p. m.

    uhyyyy,uhyyyyy,,
    porque parecen los sintomas de....espero tu respuesta
    ABRIL

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  3. Anónimo9:01 a. m.

    Pobre hombre, que incertidumbre, vaya por dios.
    Esperaremos el resultado de las pruebas, ¡Qué remedio!.
    Un beso, reguapo.

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  4. Espero que la historia no tenga muchos capítulos, porque si no... Pobre Gastón!

    Me sigues dejando con la intriga ;)



    Un besito

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  5. Anónimo4:42 p. m.

    Proyectar es elegir, y la elección es la esencia de la vida, tienes razón.
    Como Gastón, que elegir por elegir, quizás deseara haber nacido no con piez, sino con aletas... por ejemplo.
    Salduos a ti.

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  6. Espero con impaciencia la continuacion, a ver como a ctua gaston cuando se entere del diagnostico fatal, por que tal como lo cuentas no tiene buena pinta

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  7. Anónimo10:42 a. m.

    Lo valiosas que son las sonrisas en todas las epocas de nuestra vida!!!!....
    Y yo me pregunto ¿cuantos libros has publicado ya? porque si la respuesta es cero, el mundo literario, sobre todo los lectores nos estamos perdiendo mucho....
    Me encanta tu modo de danzar con las letras, engancha tu melodia, siempre con el mejor de los acordes....
    Nuevamente un abrazo lleno de admiración.

    Ana

    PD: ah y el otro dia no te respondi, en Castellón me trataron de fabula, tanto que para mi es mi segunda tierra...:-)

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  8. Anónimo4:03 p. m.

    Gastón vive con un extraño en su cuerpo...
    Interesante. ¿Será tan desconocido como para acabar con su vida?

    Espero que no tardes mucho en postear ;)

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  9. Anónimo1:15 p. m.

    Desconocía la existencia del otro blog, de ahí la maravillosa sorpresa del día.
    Abrazos, paisano.

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  10. Pobre hombre.
    Besos fuertes, Juanjo!!

    Me vuelvo a meter entre mis libros y apuntes.

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  11. qué leches le pasa en el pie??? esto se está poniendo de lo más interesante ..

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  12. en cualquier caso nada como la sonrisa para olvidar momentaneamente!!

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