Había llegado Septiembre y me propuse que todo iba a cambiar. Ese año no bastaba con medio mes de gimnasio y un curso de inglés por fascículos, esos pequeños trucos para adormecer mi cabreada conciencia.
Dejé que Pepito Grillo manejara los hilos de mi vida a su antojo, con sesiones maratonianas de ejercicio, dietas bajas en calorías y control estricto de gastos. Infeliz. Atrapado entre la obsesión de reducir centímetros y la de incrementar euros, me olvidé de Teresa. A las diez de la noche bajaba el telón de mi deseo, con la misma puntualidad británica que marcaba el seis en el despertador a la mañana siguiente.
Ella se fue en Noviembre, con las últimas hojas.
Por suerte, este verano he conocido a Elena, una anárquica morena de pelo tan interminable como sus noches, con la que comparto colchón y gastos.
En una de nuestras sesiones de sofá frente a la tele, vimos hace días el anuncio de una colección de cromos del Coyote, con pinta excelente.
Definitivamente, Septiembre es un buen mes para ponerlo todo patas abajo.
-.-
La vida metódica está bien para un ratito, pero no mucho más
ResponderEliminarDifruta de Septiembre que yo ya deseo que termine, lo odio.Tanto orden y perfección no son buenos para mantener una vida saludable, cierra por momentos los ojos y disfruta ;) Yo quiero una Elena para mi,aunque mejor... un Pepe,Manolo, Luis,Fermín, jejejeje
ResponderEliminarYo es que soy de enero, hijo, qué le vamos a hacerrr!
ResponderEliminarBesicos
Nada hombre, si Teresa se fue con las últimas hojas, intenta que Elena se quede por lo menos a verlas crecer. Seguro que sabes como hacerlo, o ¿es que tu haces como Fito y cantas como él: "para, para, para qué quererte tanto, si después, si después te vas"?
ResponderEliminarYo que tu me pensaría este año lo de la colección del Coyote, no sea que alguna acabe agarrándote por el cogote, que alguna colleja, de vez en cuando, no nos viene mal....pa espabilar.
Ah, y el relato, como relato, no está mal.
Saluditos de hojas frescas.
¡Qué interesantes resultan todos los pequeños detalles cuando hay ilusión! De hecho, empiezan a existir detalles que antes parecía que no existieran.¡Enhorabuena, Juanjo!
ResponderEliminar¡ay, que perniciosos son los propósitos de temporada!
ResponderEliminaraño nuevo, vida nueva
operación bikini
la semana blanca del cortinglés
vuelta al cole
si es que todo lo que sea normativizar es alinear y... uno se pierde lo esencial por el camino, lo que de verdad importa.
biquiños,
De más cría me encantaban los anuncios de las colecciones por fascículos de la TV. Siempre me imaginaba con todas las coleccioens en casa de puntodecruz, cochesantiguos, maquetasdebarcos y demás horteradas.
ResponderEliminarAhora invierto septiembre en gastar todo lo ahorrado en los meses que le preceden y en pensar que estos malditos treinta días acaben de una puñetera vez. ¡¡¡Socorro!!!
Como para pensar en Elenas y Teresas. Bueno, en Teresa pienso alguna vez...
Besos a pares,
Teniendo en cuenta que de jovencita, muy jovencita, fuí ávida lectora del Coyote (aunque me gustaban más las novelitas de Marcial Lafuente Estefania), dale una patada a Elena, que yo misma te acompaño a comprar los cromos.
ResponderEliminarBuenísimo. Un gusto haberte leído.
ResponderEliminarDebería estar prohibido hacerse promesas a uno mismo, ¡¡total para lo que sirven...! A mí me parece una idea genial lo de comprar los cromos del Coyote, que así disfrutáis y total los gastos van a medias.......... :)
ResponderEliminarBesitos.
Votemos por el cambio de año nuevo al 1 de septiembre. Esa fecha se lo merece.
ResponderEliminarSonrío.
R.
Me encantaría conocer a ElenO para poner todo patas abajo!!!
ResponderEliminarjajajaj me encantó eso de patas abajo!!
BESOS!!!!
Ese mismo Pepito Grillo, sin darte cuenta, se colará en tu rutina de Noviembre, te recriminará el haber puesto a septiembre patas abajo y seguro que, sin dejar de manejar los hilos, en diciembre o enero, empezará todo en su orden y lo pondrás, sin duda, todo , otra vez, patas arriba.
ResponderEliminarun beso
Luego también está e Año Nuevo, en el que te puedes volver a preocupar de los kilos y los gastos.
ResponderEliminarE inclusive patas arriba...
ResponderEliminarSalud.
Sonrío. Me gusta tu septiembre patas arriba! :-)
ResponderEliminarDefinitivamente JUANJO,
ResponderEliminarsi tu vida amorosa es tan trepidante como la dibujas, no te veo para nada, ni sentado frente a la TV, ni coleccionando cromos :-)
¡¡Ni aunque sean del coyote!! :-)
Yo jamás fui capaz de hacer ninguna colección, ni las he empezado si quiera, exactamente igual que con los buenos propósito otoñales...
Muchos besos JUANJO.
¿Así que me olvidaste, eh, pedazo de golfo??
ResponderEliminarUfffsss no tienes corazón
:)