06 enero 2011

Besos y humo


La vida se consume como un cigarrillo, lentamente si lo dejas reposar en el cenicero y muy rápido cuando damos una fuerte calada. Ese humo, que de repente nos llena los pulmones, se irá poco después, expulsado por la boca, hacia algún lugar indeterminado, perjudicando a alguien tal vez , como pasa con el resto de nuestros actos; o simplemente pase a formar parte de esa atmósfera viciada que acumula todos los hechos inocuos de la historia.


A las cero horas del dos de enero, apagamos deprisa todos los cigarrillos. El humo se va, desconcertado, sin saber todavía que ha sido expulsado del paraíso. Algunos insumisos osan a desenvainar la cajetilla, sacando un nuevo cilindro blanco y prendiéndolo con la furia rebelde de un fugitivo recién apresado, ante la indiferencia de los camareros.


Alejado el fuego real de nuestras bocas, hablamos de sus formas y de cómo imaginamos los besos a partir de ellas. A Concha le gustan los labios grandes, carnosos y los adivina blandos y tiernos cuando se posan en los suyos. Pocos hombres saben besar y mi marido no es uno de ellos, afirma, mientras éste pega un trago, indiferente, a la cerveza. 


Ignacio, probablemente ya hace mucho tiempo que ha devaluado ese acto, situándolo a medio camino entre el apretón de manos y el sexo desganado del sábado por la noche; pero ella sigue buscando en cada beso esa novedad excitante, preludio de emociones sorprendentes que desmientan la rutina de veinticinco años de matrimonio.


Tania se suma a los rebeldes del tabaco y enciende un cigarrillo. Le es indiferente la forma de los labios, pero habla de la fuerza de la lengua. Me dan asco los que la dejan mustia dentro de mi boca, confiesa; y a más de uno he dejado con la miel en los labios ante tamaña dejadez. Una lengua debe actuar. Con decisión y destreza. Nunca debe dejarse llevar.


Escucho esas lecciones con la sonrisa en los labios, apurando, como mi colega, los últimos sorbos del botellín. Los míos son finos y ocultan una lengua grande, difícil de manejar. Pienso en eso mientras recuerdo otros que besé hace ya mucho tiempo. Aquellos eran sólo una fina línea dibujada en la boca, pero se ensanchaban mucho al besar. Tenían sabor a un humo  todavía no condenado por las leyes, esencia de rebeldía adolescente. Se fueron muy pronto, mucho antes de resolver el conflicto de lenguas planteado entre nuestras bocas. 


Entonces me preguntaba por qué extraña ley se me negaba la nicotina de esos labios, a mí que nunca me importó que los demás fumaran. Ahora sé, que sin duda, era por mi salud.

-.-

36 comentarios:

  1. Escribe escribe escribe escribe, que me encanta leerte!

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  2. Precioso, siempre me ha gustado tu forma de escribir y describir situaciones

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  3. A mí si me importó que los demás fumaran, estaba harto de ir a un bar y tragarme su apestoso humo mezclado con los alientos.
    Me gusta eso sí cómo lo has dicho.

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  4. Anónimo6:41 p. m.

    ¡Ay las leyes, las normas y los caprichos de la naturaleza, que nos llevan a perseguir boquillas y bocas que encierran placeres!
    ¡Ay esos labios que se muestran finos a los demás y que ante otra boca, realzan el tono y resurgen carnosos, para hacerle el honor a la sensualidad!
    Besa, besa y besa este año nuevo y de vez en cuando escribe, que no lo haces mal.
    Yo te envío un beso enorme de vaca(con lengua claro), para que no quede ni una parte de ti sin besar.

    "La boquita de piñón"

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  5. ¿Una lengua grande difícil de manejar? Uhmmmm... no puedo imaginármela...
    Voy a hacer un inciso en este camino de besos para recalificar el beso de lengua mustia, diciendo que el tipo en cuestión era "un lenguas blandas", que todavía da más asquito. Y sólo fue uno al que dejé plantado y "tieso" como una coliflor. Jijiji... ¡qué mala soy...!

    Besos cariñosos para vosotros, y gracias por poder teneros,

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  6. El amor es un subgénero del tabaquismo con consecuencias parecidas para la salud, o incluso peores.
    ;-)

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  7. Nada Juanjo, que tanta prohibición, ni me deja hacer el comentario..., yo como que tengo más ganas de fumar, y entre eso y éste post de repente me han entrado unas ganas de besar y de chupetear a todo bicho viviente, eso sí he dejado de ir a los bares, así que voy a hacerme unos cuantos viajes en el ascensor, a ver si hay "alguien" susceptible de chuperretear por ahí...
    Genial, un abrazote,

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  8. Juanjo lejos de la alusión al querido/odiado cigarro y todo lo que se junta en su presencia (historias y demás); es claro que este texto está tan vivazmente depurado que termina alojándose en mi memoria de tabáco, mucho tiempo después que se apague el último cigarro.
    Un abrazo,
    Alejo

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  9. Ante tantos problemas, tantas decepciones, corramos una cortina, que hoy es de humo.
    Un beso

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  10. Bella noche.. los reyes pasaron por estos lares y....

    Baltasar ha sido pillado cruzando en patera el estrecho, Gaspar detenido en un control de alcoholemia de la Guardia Civil y Melchor está de luna de miel por su reciente boda gay con uno de sus pajes… Los tiempos cambian pero los deseos son siempre los mismos: FELIZ AÑO 2011.

    Un abrazo

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  11. Siento que ya no pueda leerte y fumarte... está prohibido...

    besicos

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  12. ¡Pero qué bien escribes y describes! Y encima llevas razón, muy pocos hombres que sepan besar, menos mal que compensan los que si saben. No está bien eso de prohibir nada ni siquiera el tabaco, pero yo siento que voy a salir ganando: me gustan los besos sin nicotina. :)

    Besitos.

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  13. Un relato idóneo
    para los tiempos que corren,
    hay besos que jamás se olvidan
    Un abrazo

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  14. Yo ni siquiera sé fumar y odio el humo del tabaco, me producen dolor de cabeza los ambientes cargados de humo, pero curiosamente, el mejor beso que recuerdo me lo dio un fumador empedernido. Pero quizá para la ocasión, aquel día su boca sabía a menta y a sal.
    Sabía, sabía besar y sabía bien.
    Me encantó tu relato.
    Feliz Año

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  15. El sabor de la nicotina en unos labios carnosos no queda nada mal.
    Y ahora más, puesto que es un placer prohibido.

    Me ha encantado el relato, está muy bien escrito.

    Un beso muy fuerte, Juanjo

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  16. Sandra. Con esos ánimos, cualquiera lo deja. :)

    Odel. A mí me gusta tu sensibilidad con la fotografía y todas esas historias fascinantes de mujeres que nos cuentas.

    J.G. Estarás de enhorabuena, entonces.

    Anónimo. Me empeñaré en hacerte caso.

    Tania. A mí, en cambio, me cuesta imaginar una lengua blanda.

    Food&Drugs. No des ideas que nos prohibirán el amor en los parques.

    Gema. Baja ya del ascensor. :)

    Alejo. La memoria es caprichosa y guarda lo mejor del tabaco en mi caso. Podría haber sido al revés.

    Camy. Una cortina de humo es lo más parecido a un tupido velo.

    Balovega. Gracias por tus deseos.

    Belén. Prohibido, de momento no, pero ardo mal. Quizá sea hereje en otra vida.

    Campoazul. Me alegra que saques el tema de los besos. No todo va a ser humo.

    MTeresa. No se olvidan los que más echamos de menos, quizás.

    Sinuosa. Esas paradojas tiene la vida.

    Elèna. Yo no fumo y, sin embargo, me gustaba aquel sabor, bastante diferente del olor a tabaco.

    Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

    Besos.

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  17. Anónimo10:55 p. m.

    Las huellas de los besos recibidos cuando no existían tantas prohibiciones, se borraron de los labios, pero no de la memoria. ¿Qué más van a prohibir?

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  18. ¿Trae cuenta renunciar a la salud por unos besos nicotínicos? Yo tengo la respuesta muy clara desde hace tiempo

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  19. La decisión del primer beso es la más crucial en cualquier historia de amor, porque contiene dentro de sí la rendición.
    (Emil Ludwig)
    Es una frase que adoro y que me has recordado. Hace varios días que leí tu entrada y me parecio tan buena qúe decidí meditar mi comentario...pero una y otra vez esa frase es lo que me viene a la mente y es que para mí buenos o malos , los besos siempre empiezan por la entrega...después si gustan o no, su sabor y ganas , ya es otro cantar.
    Un abrazo bombón ;)
    Feliz semana.

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  20. No se si por salud pero hace tiempo dejé de besar bocas nicotinadas, prefiero las que huelen a fresa y saben a chicle.

    Estupendo relato.

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  21. aaaaajajajaja me encantó!!! interesante, entretenido y gran final!

    Besos!!!

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  22. aaaaajajajaja me encantó!!! interesante, entretenido y gran final!

    Besos!!!

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  23. Los míos seguiran sabiendo al amor que sea capaz de regalar, al que me nazca una y otra vez de las ganas de compartir...y a tabaco, también.
    Lo he leído varias veces, como siempre, porque así confrimo la certeza de que me encantaría saber escribir así.
    Una sonrisa

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  24. unas divagaciones filosóficas y divertidas (a veces) acerca del humo y los besos.

    sin lugar a dudas, yo apuesto por los besos, sin sabor de humo, y con lengua, una lengua tibia y ágil sin estridencias.

    ¡uhmmmmm!

    ¡que bien huele todo! a limpio.

    biquiños,

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  25. Pues he de decirte que yo no fumo, pero de buena gana me fumaría tus textos uno detrás de otro. Incumpliría la ley. Y luego expulsaría tus palabras y se irían diluyendo todas como hilos vaporosos en el aire.

    (Lo sé, me ha quedado muy cursi y es un comentario más para una chica que para un hombretón como tú pero... ¿qué quieres? Es lo que hay :D)

    Abrazos.

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  26. Sin duda, he estado bastante descuidada... publicaste esta maravilla el 6 de enero (lo siento). No lo sé, creo que no hubiera radicalizado esta ley, buscar algo de equilibrio entre fumadores y no fumadores, es lo verdaderamente complicado. Sé que la ley anterior, fueron muy permisivos con su aplicación y de ahí estos lodos? llegando hasta la prohibición total es algo extremista, pero tal vez, haya mayoría de no fumadores o estos sean posibles votantes...

    Pero encontrar unos labios capaces de besar bien, resulta cada día más peliagudo... escribes muy bien, siempre es un gusto leerte. Y un beso, como saber que se trata del mejor??

    un abrazo.

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  27. Verás JUANJO,

    yo fumo, jamás lo he hecho delante que no lo hace, me molesta infinitamente que me condenen a esconderme, cuando siempre he respetado a los que no fuman. Pienso que se podía haber buscado la solución más fácil y justa, lugares en los que se pueda y lugares en los que no se pueda fumar.
    No me gustan las prohibiciones que ocultan el verdadero problema y no le dan solución, fumar.

    En fin, no me gusta que me salven por decreto, ni tampoco quiero yo condenar a nadie, eso desde luego.

    Me encaaaantan los besos, me encanta besar y que me besen y que nunca deje de sentirse cada beso, como único e irrepetible.


    Que te beses muchísimo y que los sientas toooodos


    Un besito, yo no aspiro a que lo sientas, sólo jajaja que te llegue mi cariño, con eso más que suficiente:))


    ¡¡Feliz domingo!!

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  28. claro que voy por tu tierra, mis padres aunque viven en Barcelona pasan buena parte del año en Vinarós, de ahí que conozcamos accidentalmente por eso de los perros (es totalmente verda lo de mi madre) a Alicia. Ella aunque también vive en Barcelona también se refugia en Vinarós.

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  29. Parece que se habla de una cosa, pero veo que hay alguna más. Eso sí, esta es la entrada de los vicios y, si un vicio siempre gusta, leído en esta entrada mucho más.

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  30. ¡¡¡Pero bueno, Juanjo!!!!!! mira que voy atrasada con todos, este post ya lleva días, mil perdones, si es que últimamente pierdo el tren en todos los blgos, no tengo tiempo para naaaaaaaaaa aysssssssss.

    ¿Sabes? mi boca tiene que saber a cicles de menta sin azúcar y a regalices que no veas jajajaja porque desde que dejé de fumar, y de eso -por cierto- ya hace bastantes años, me he enviciado con cicles de menta y regalices, no sé qué vicio será peor, si el humo del tabaco o los cicles y regalices jajajaja.

    Como te digo soy exfumadora pero no me molesta para nada el humo, y tengo que decirte que estoy en contra de la ley antitabaco, lo que con ella se va a conseguir es que nos dividamos y enfrentemos formulando denuncias los no fumadores contra los fumadores.

    Libertad para decidir, y el que quiera fumar que lo haga en establecimientos permitidos, y el que no, igualmente, en establecimientos para no fumadores, pero cada uno que decida, y además, si es tan peligroso ¿por qué permiten su venta? y si miran tanto por la salud de todos ¿por qué no lo han hecho de una manera gradual para que se vayan adaptando poco a poco los fumadores? o que hagan programas de desintoxicación etc.

    Me parece que es una manera de tenernos entretenidos a todos, mientras no nos acordamos de que hay mas de cinco millones de parados.

    Un beso, Juanjo.

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  31. Anónimo11:28 p. m.

    Muy bueno el blog, te dejo el mio:
    www.postsdeunreinoalien.blogspot.com

    Nos leemos, saludos y segui asi que escribis recontra lindo

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  32. Gracias por tu mensaje en mi blog,
    creo que sabes captar la esencia
    oculta de las palabras,
    que son eso
    nada más que eso,
    palabras que enmascaran sentimientos.
    Gracias, mil gracias.

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  33. Muy bonito a pesar de que a veces, escapar y esperar parece algo paradójico.

    un saludo.

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  34. Perdón

    el comentario anterior era para otra lectura... cruce de caminos: el suyo era que resulta agradable pensar en unos labios finos, capaz de adaptarse a la diferentes formas y con sabor a humo de tabaco rubio (a mi me gustaba el tabaco rubio...). Grata lectura.

    salud

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  35. Aquí te espero comiendo un huevo, una sardina y un caramelo.

    O, fumando espero, que cambies el letrero...

    De ti depende, cacho feo, o subes post, o serás el culpable de mi nicotinadicción!!

    ;)))

    Besos,

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  36. Mejor que un beso sepa a beso y no a nicotina...

    Yo estoy a favor de la libertad, no tendría que hacer falta ninguna ley si todos fuésemos educados y nos respetásemos unos a otros. Lo que ocurre es que hay gente muy mal educada y la libertad de uno termina donde empieza la del otro. Ese es el problema, el no darse cuenta de ello.

    En fin, feliz año.

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