03 noviembre 2014

La última mentira piadosa




Este texto lo escribí para los viernes creativos de Escribe fino.

Todo empezó en otoño y todo ha terminado en otoño. La misma casa sin muebles. Sus cuatro paredes. Las palabras, que antes se atropellaban por ellas y ahora ya no se encuentran. Nuestro calor, que escapaba hacia todos los rincones y ahora se esconde dentro de cada uno, como si ya no le apeteciera cumplir las leyes de la termodinámica.


Tampoco mostramos interés en las lágrimas del otro. Las mías fluyen, mientras observo mi cuerpo sucio y gastado. Las tuyas no saldrán ahora. Esperarán a que el sol evapore el rocío y abandones esta casa, contando los pasos, como un autómata programado con desidia. Te irás entonces, sin disculparte, sin preguntarte por qué, y yo me quedaré aquí, pegada al cristal, imaginando esas disculpas, esperando tus respuestas, hasta que note el surco de sal sobre mis mejillas.

Ha venido el invierno un rato y se va. Esta es la última mentira piadosa que me queda.

-.-

3 comentarios:

  1. Sentimientos otoñales, cuando la indiferencia del otro pesa como una lápida; cuando uno se siente invierno y sin primavera posible.
    Ay, cómo esperamos la hermosura de la nieve, que con su blanda blancura todo lo oculta, hasta que la profane el rastro inequívoco de la sangre.
    Bicos!

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  2. Ufff! Qué trágica te has puesto, Lou. El otoño es una estación de muchos cambios, todo anda un poco revuelto. Las nieves tapan muchas cosas, es verdad, pero después viene el deshielo. El invierno es una trampa muda.

    Besos.

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    Respuestas
    1. Ay, lo siento jajajaja, tiendo al melodrama como forma de expresión, soy poco minimalista jajajaja
      Cada vez me gusta más el invierno, pero no sé por qué parece que es raro y me lo callo. Hasta ahora.
      Bicos

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