07 julio 2006

Tinieblas


Desde la boca del metro hasta su casa fue caminando como un sonámbulo, con los hombros encogidos y el paso vacilante, sin despegar la mirada del suelo, sorteando los obstáculos casi por magia, doblando las esquinas sólo con la inercia de la rutina. Era un espectro andante.

La gente se le quedaba mirando, algunos con descarada curiosidad, otros con indisimulada risa, y los menos, con algo de lástima; pero nada le conseguía sacar de la opaca esfera de aislamiento en la que se hallaba inmerso. Subió las escaleras con la misma actitud indolente, abrió la puerta con un gesto automático, y la cerró con tal dejadez, que poco faltó para que permaneciera entreabierta. Soltó las llaves sobre la cómoda, y dejó caer su cuerpo encima del sillón como quien arroja un pesado fardo cansado de transportar, y que no va a necesitar en una larga temporada.

No era consciente del tiempo, así que solamente fue capaz de percibir su paso cuando las tinieblas empezaron a penetrar por su ventana, llenando de oscuridad también la estancia, pues su ánimo ya hacía horas que nadaba en un mar oscuro y espeso, que no dejaba entrar ni un solo rayo de luz.

Se preguntó qué hacía allí, qué sentido tenía su vida, cuales eran sus esperanzas, sus anhelos, pero no encontró respuestas. Sentía sin embargo una amargura intensa, un dolor lacerante que le impedía pensar con lucidez. Sus pensamientos iban y volvían, cerrándose en un círculo vicioso sin posibilidad de huida. Se sentía culpable de haberla perdido, pero no sabía por qué, intentaba buscar alguna forma de recuperarla, pero no sabía cómo; y al final llegaba siempre a la misma conclusión: nunca más la volvería a ver. Y esa convicción incrementaba cada vez más su pesar.

Estaba exhausto por semanas sin dormir ni comer, atormentado por la incertidumbre de la desaparición de Sofía, y amargado por su ausencia voluntaria de la mujer. Su capacidad de entendimiento estaba seriamente dañada, y él solo ya no era capaz de pensar de forma positiva. Incapaz de concebir su vida sin su chica, empezó a obsesionarse con la idea de terminar de una vez con todo, y encontró razones, más y más razones que realimentaban esa idea, hasta que se convirtió en su pensamiento exclusivo, en la única acción que estaba dispuesto a ejecutar.

Se sumergió en un baño de agua muy caliente, dejó que sus músculos se relajaran, queriendo adormecer su vida para evitar que surgiera el instinto de conservarla. Realizó dos cortes profundos y rápidos y cerró los ojos. Evitó pensar mientras la vida se le iba, pero una fuerza interna le instaba a echar marcha atrás como fuera.

Pero también ese impulso fue cediendo, su voluntad se fue debilitando al mismo tiempo que la confusión de sus sentidos aumentaba. De repente, soñó que se encontraba delante de una puerta, con una larga inscripción encima de su dintel, que no pudo entender, pues desconocía el idioma en que estaba escrito. Golpeó con toda la fuerza de sus nudillos, pero apenas pudo apreciar el resultado, solamente le volvieron dos sonidos muy lejanos, casi inaudibles.

No sabía si estaba llamando a las puertas del cielo o del infierno, y siquiera si al otro lado habría alguien para atenderle.

8 comentarios:

  1. Lo bueno de estar ausente un tiempo es la acumulación de entradas por leer. Menudo atracón. Ñam.

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  2. Anónimo7:14 p. m.

    Querido Juanjo,
    no tengo manías para la horchata, aunque sea del lugar más cutre me sabrá a gloria, tenlo por seguro.
    Muchos besos, nerviosos.

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  3. Anónimo12:33 p. m.

    HAY QUE VER ...como este RAMON quiere a SOFIA..Serà
    que tiene fijaciòn?...un beso..ABRIL

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  4. Anónimo8:00 a. m.

    Diossss pero....¿que ha pasado? no me lo puedo creer que Ramón haya optado por suicidarse, jolín ...no sabía que estaba tan mal como para hacer una cosa así por Sofía, le hubiese valido más la pena volver con Marisa, para ser consolado o incluso intentar olvidarla, total ya puestos! pero, esto del suicidio y encima por alguien que solo te hace sufrir, ¡ anda ya !!!! como si no hubiese más mujeres en el mundo de quien enamorarse.
    Bueno, pues espero tener noticias pronto, a ver que pasa con este pobre hombre.
    Venga Juanjo, volveré a visitarte que hoy ya agoté mis dos minutos, jajaja
    Un besazo.
    Noelia.

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  5. Anónimo9:20 p. m.

    Espero que todo sea un mal sueño...no nos puedes hacer esto Reno. Me niego.
    ¿¿Cu Efe? ¡¡Que fuerte!! tontunas mías...en fin!

    Besitotes

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  6. Anónimo9:28 a. m.

    Madre mía, me he quedado fría. A medida que iba leyendo las últimas entradas iba pensando en dejarte un comentario, pero ahora no sé ni qué decir... tanta desesperanza me ha dejado k.o.
    Ojalá des uno de tus fantásticos giros...
    Besos

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  7. Anónimo11:07 a. m.

    El analizar a Ramon motivò la publicaciòn de la entrada sobre la CODEPENDENCIA en la PAREJA .sabes wque tmbien se les DENOMINA VAMPIROS EMOCIONALES coloquialmente?....ABRIL

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  8. Anónimo9:30 a. m.

    Vaya, ¿matas a mi chico y te quedas tan fresco?. Esto no tiene perdón. Está claro que Sofia no tiene consideración.
    Voy a buscar una esquina para llorar por mi Ramón jejeje.
    (A ver como sales de ésta.)
    Un beso, solete.

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