A Paco Miñambres, funcionario de Aduanas jubilado, no le sorprendió la llegada del sobre negro a su casa. De hecho, llevaba algunos días esperándolo.
Pero ahora que lo tenía delante, no se animaba a abrirlo, como si retrasar la apertura fuera a demorar el fatídico resultado. Él sabía que no, pero necesitaba un tiempo para asimilar la noticia, que no por el hecho de ser esperada, era deseada.
El sobre negro, por si alguien lo ignora, es el mensaje del Estado que comunica a cada contribuyente la llegada de su muerte, avisándote con aproximadamente una semana de antelación, para que puedas organizar tus últimas voluntades, despedirte de los más allegados, y si has sido un buen ciudadano, hasta puedes disfrutar tus últimas horas en una Casa del Último Aliento, lugar donde dejas este mundo disfrutando de grandes comodidades.
Paco tenía un expediente sin tacha, y esperaba que la ingrata Administración le premiara tantos años de esfuerzo y sinsabores frente a una triste valla, decorada tan sólo por una gruesa capa de evasión y fraude.
Paco era un optimista.
(continuará)
-.-
Y los optimistas, como todo el mundo sabe, son los que peores lo pasan. Frustación, dicen que se llama su enfermedad.
ResponderEliminarDos opciones, quedan ...o te pasas esa semana llorando metido bajo el edredón o te dedicas a vivir cada segundo intensamente porque entonces sí que sabes que puede ser el último.
ResponderEliminarOstras, si es que siempre es igual... los que más trabajan ni las gracias se le dan...
ResponderEliminarBesicos
promete el relato... original la idea de que la mala Administración nos avise de tan triste acontecimiento en nuestras vidas.
ResponderEliminarbiquiños,.
Uff, me ha recordado a mi mini relato de la GRan Pirámide y el reparto de destino vital para cada uno...
ResponderEliminarEs horrible!
Y esto continúa?
Pues ya estás en ello, eh? Que me desespero! Jajaja!
(perdona, es que cuando vengo del blog de Nikté no traigo bien la olla, jejeje)
Besitos
Lala
Me he visto envuelta en esa "gruesa capa de evasión y fraude"...motivo por el cual se me atragantó el optimismo.
ResponderEliminarUna sonrisa, por si acaso
Sinceramente, creo que hubiera sido peor que el sobre viniera de la Administración de Hacienda. Las cosas como son.
ResponderEliminarUn relato de sonrisa reflexiva
Un abrazo mientras espero continuación
Voy a desentonar aquí y lo siento.
ResponderEliminarYo me confieso una optimista compulsiva y de frustrada nada, por cierto. ;-)
A ver, lo que ya no podemos remediar es la triste noticia, que como dices tú no por esperada es deseada. Pero como al mal tiempo lo que hay que ponerle, es una amplia sonrisa.
Yo soy Paco y me digo,
-vale, tenemos una semana-
¿¿ Cuáles son los caprichos que me quedan por cumplir??
¡¡ No, mejor!! primero ¿¿donde??
...Páginas amarillas, agencia de viajes, reserva de billetes, si es en compañía mejor, mejor hotel de la ciudad, la mejor suit del hotel y desde luego esperándome en hielo, un Don Perignon... A partir de ahí, durante una semana, el mundo es mío ...¿¿¿Preocupada por la cuenta??? ¡¡En absoluto!! ;-)
¿¿ESPERAR POR LA RECOMPENSA DE LA ADMINISTRACIÓN??? ¡¡¡NI HABLAR!!
¡¡ME LA DOY, YO!!
Me ha gustado, Juanjo, menos lo del sobre.:))
Muchos besos y feliz puente.
A veces es mejor estar preparados, para todas las ocasiones, así no te llevas sorpresas.
ResponderEliminary vivir al máximo cada momento.
Preparase para aquel momento es necesario, es el único evento en donde podemos estar concientes y participes.
Besos.
:-S que hacer? Vivir lo que no se ha vivido? o dejarse morir???
ResponderEliminarjoj, enorme, me ha encantado..
ResponderEliminarPero esto es horrible!
ResponderEliminarQue te comuniquen con una semana de antelación que vas a morir...Pero como no creo en la competencia de ninguna Administración, seguro que el sobre negro llega con un mes de retraso, y el tipo se muere como cualquier tipo, sin saber su hora, sin hacer nada extraordinario.
Lo pilla haciendo el amor salvajemente con una jovencita que acababa de conocer en un club, ella le había echado una pastillita azul en el gaznate. Le había dicho, trágate esto que es bueno para el crecimiento del pelo y él se lo había tomado sin rechistar, soñando con los Rollins y así murió, en un estado de suprema exitación, cianótico perdido con la estaca bien alta soñando ser quien fue.
Jua juas, te he reventao el final
¡Cómo me he divertido!
MUACKS
Después de leer tu relato, me fui corriendo a sacar mi nombre del buzón..., no sé, lo mismo no sive de mucho, pero lo he intentado, porque yo no paso por el Ultimo Aliento ni de coña...
ResponderEliminarUn besito.
Buenísimo y sobrecogedor... Espero que todo acabe, para el pobre Miñambres, en un silencio administrativo.
ResponderEliminarPromete mucho este cuentro
Se puede dar mal la dirección de casa? O la Administración todo lo sabe?
ResponderEliminarYo casi prefiero no saberlo.
Ay, qué horror...
ResponderEliminarSeguiremos leyendo a ver qué pasa.
Besos.
Hace casi diez años me entregaron un sobre negro, lo rompì y acà estoy...
ResponderEliminarEspero haga lo mismo Paco.
Siempre es un gusto leer tus escritos Juanjo.
Besos.
Realmente era un optimista...Ni de la administración, ni de empresa privada alguna, debe nadie esperar nada, ni tan siquiera el sobre negro.
ResponderEliminar(yo, esperaré la continuación)
Un beso
Eso del Último Aliento me "ha llegao"... Qué horror, como a algún creativo morboso le de por hacer una campaña de publicidad con sobres negros, se lo dejo al buzón de vecino!
ResponderEliminar¿Qué haría yo sólo con un semana por delante? No me lo he planteado, la verdad.
Voy a seguir leyendo.......