Imagina ahora que empieza la lluvia. Llevas tiempo esperándola, mientras observas como las nubes grises se apoderan de todo el cielo. Te ha llegado un fuerte olor a tierra húmeda. Sabes que se acerca. La temes.
De repente, cae una gota en tu mano, dos, tres. Después, en tu cara, resbalando por las mejillas, como lágrimas. Más tarde, sientes tu pelo húmedo, pegado a las sienes. Ya no son gotas sueltas, no puedes contarlas.
Pasados unos minutos, el ritmo se vuelve constante, el sonido del agua al caer comienza a ser una melodía repetitiva, desesperante. Para entonces, ya tienes el extraño presentimiento de que no parará. Es una lluvia inclemente, sin prisa, que sabe esperar hasta el límite de la paciencia del mundo.
Seguirá cayendo, hasta acabar con tu esperanza de un cielo limpio, hasta terminar con el último murmullo de alegría. Y lo hará, además, con su demoledor ritmo constante, formado por notas solitarias, eslabones de un estribillo monótono, que se grabará en tu mente, que repetirás mecánicamente en tus sueños, en tus actos reflejos.
Pasarán días, semanas, meses de castigo implacable. Para entonces, ya sólo serás un muñeco roto, repitiendo siempre la misma letanía. El agua empezará a subir por los tobillos, por las rodillas, por las caderas, y tú no sentirás nada. Dejarás que te inunde con su chip-chip invencible, sin oponer ninguna resistencia.
El agua se apoderará de todo, lo destruirá todo. Tú, yo, todos nosotros, no seremos más que simples cadáveres flotando, o anclados en las profundidades, encerrados en nuestras moradas, mientras la lluvia sigue cayendo, imparable, con su cadencia perpetua, taladrando nuestro sueño eterno.
-.-
Ufff ...creo que ha llegado el momento de construir un arca.
ResponderEliminarEspero haber conocido a Noé...
ResponderEliminarBesicos
Te "veo" muy apocalíptico ¿No me digas que has ido a ver 2012?... Si no es así no lo hagas, gástate los eurillos en otra cosa, es mala de solemnidad. Yo creo que lo han hecho para ridiculizar lo de las profecías Mayas.
ResponderEliminarAquí empezó a llover ayer, tampoco llovió mucho, de madrugada y por la mañana, luego ya nada. De momento no sienta mal pues son las primeras gotas del otoño. A ver cómo se presenta este invierno, que el pasado un poco más y nos salen membranas entre los dedos como a las ranas...
Besos.
Un texto demoledor y catastrófico pero muy bien escrito. Has conseguido que me meta en la historia y me sienta protagonista, empapada y angustiada porque desde el principio me haces presentir que el agua no parará. El miedo a que no deje de llover nunca me persigue desde la primera línea. Y el sonido de la lluvia me taladra los sesos.
ResponderEliminarHasta mi muerte por ahogamiento.
biquiños y buen finde.
A mi me parece muy muy poético.
ResponderEliminarSerá porque me encanta la lluvia a pesar de las incomodidades, de las humedades, del ruído golpeando las melancolías.
Y si nos cubre por completo, pues...seremos peces sin memoria.
Un beso
Lala
Excelente viaje! la lluvia siempre nos invita a transportarnos...
ResponderEliminarsi llegará a ser así, no habría nada más que sentir la lluvia sobre nosotros...
no soy mucho de días grises, pero el efecto de la lluvia es algo súblime, cuando es en su punto... jeje
Besos.
Tú es que no conoces Asturias, chavalín....
ResponderEliminarMuy bien escrito, sin duda.
Saludos.
Cierta vez leí una metáfora sobre la lluvia que decía: "rompió a llover como si de repente se hubiera roto un collar de perlas". Me parecío muy bonita. Pero un poco menos que este texto
ResponderEliminarHablando de lluvia hoy no podía traerte otra cosa que un poema:
ResponderEliminarLa lluvia que no cesa...
Esta lluvia que no cesa...
Empapa los retales de los sueños
que flotan en nuestras aisladas anochecidas.
Y no cesa, llueve y sigue lloviendo,
Abriendo surcos en la noche,
Tallando las agallas de los locos,
en la carne argenta de sus lunas;
Llovizna afligida que a gotas resbala
sobre los insondables intersticios que se anidan
en los sueños índigos de este amor desventurado.
Y no cesa la lluvia, no desmaya, sigue muda, sorda, ciega,
Vibrando en la tenue brisa de nuestros sentidos,
Arrebujada en las cúpulas de los días y de los locos.
Vibra, la lluvia vibra, sigue viva, late, palpita, prevalece,
en tu silente corazón, en tus ojos, en los míos,
y en las laderas encumbradas de nuestra sin razón.
Y así seguimos, mudos, sordos, ciegos,
Ensimismados en lo mismo, en las lágrimas, en la lluvia,
En la ansiedad perenne, en la ignominia,
Mientras, el tiempo sigue su marcha, …inexorable.
Leopoldo Peña del Bosque
Y un abrazo
Estás siendo apocalíptico, Juanjo.
ResponderEliminarY, lo triste, es que así será.
Y más triste aún, es que no soy
familia de Noe, ni especie salvable...
Me ha encantado
Un beso
BB
Pues aqui la lluvia se nos presenta cada mañana en pegajosos y espesos velos de niebla, como una tortura encapotada que no se suelta, que no libera.
ResponderEliminarmagistral tu descripción, en este otoño apocalíptico que avanza a trompicones y mal reparte efectos especiales.
Una sonrisa
te mereces dos besazos enormes por haber interpretado a la perfección el texto de Boba.
ResponderEliminarya sé que es una chorrrada mía pero me dolía que no se entendiera bien el texto porque yo lo veía muy muy claro.
¿no te sucede a veces lo mismo con tus textos?
graciñas.
La lluvia deseada y después convertida en verdugo propio, puedo sentirla como metáfora de la propia vida de cada uno de nosotros, me explico, existe un momento en que se desea fervientemente la llegada del cumpleaños, después van cayendo sin pausa, sin ritmo, monótonamente y sus sensaciones se van apoderando de tus extremidades, todas. Una vez empapados de ella, somos eso, cadáveres, nada más.
ResponderEliminarHay un tiempo para todo y una interpretación para cada uno.Yo me quedo con ésta.
Un beso
¿Estás en las Canarias?
ResponderEliminarNo, ahora en serio. In crescendo la sensación angustiosa que transmites.
¡¡Buf!! ¡Qué angustia! Con lo de sol que soy yo... Casi me ahogo!!
ResponderEliminarBesos bien secos (pero tiernos),
Pues mira que mientras iba leyendo me lo he imaginado como si le dijeras todo eso a una mujer. A buen seguro que hubiera caído en tus brazos.
ResponderEliminar( Suerte que no soy mujer :D )
Abrazos.
Un texto inquietante pero muy realista, has conseguido transmitir esa humedad y ese olor espeso y negro de la lluvia...
ResponderEliminar¡¡Mira que estoy yo, aburrida de la lluvia JUANJO!!
ResponderEliminarPero mi sensación de aburrimiento, en esta tierra verde en la que vivo, no se parece en nada a la angustia que transmites, tan magistralmente en tu escrito.
Tu lluvia, no es de la que te moja por fuera. Es de las de dentro y esa, si que a veces, llega al cuello y parece de verdad que nos terminará ahogando.
Estás describiendo una pena o una especie de depresión, aún cuando no fuera esa tu idea.
Y aunque gracias a Dios, yo no la he sufrido nunca, todos la describen como un estado en el que te vas hundiendo, sólo que en lugar de flotar finalmente como cadáveres, te es imposible subir a la superficie.
Sea como sea JUNAJO...¡¡Genial!! De verdad que es de las cosas más redondas que te he leído.
Ojalá, que para nada, tu estado de ánimo se parezca a la inundación tremenda que has descrito.
Muchos besos.
ufffffff,
ResponderEliminarJuanjo qué angustia he pasado mientras leía el texto.
Increíble amigo.
Tienes un don, no me cabe la menor duda.
Mil gracias, siempre.
Besitos
Llovía en las calles de México. Desde División a Coyoacán. El agua resbalaba sobre mis mejillas, se arremolinaba en mis pies. El mundo me miraba como si me hubiera vuelto loca.
ResponderEliminar¿Y quién estaba encerrado entonces?
***
¡Saludos! Llego desde el blog de Raúl...
Cada vez que me gustan más tus historias.
ResponderEliminarA mí me gusta dejar que la lluvia empape mi cara, mi pelo, el alma ... y volverme lluvia .. pero sin invadir.
hola amigo , cuanto tiempo no? sabes? hoy me apetece dedicarte una canción que llevo toda la tarde escuchando, luego leeré despacio, tu lluvia.
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=OpExb2hCYTs&feature=player_embedded#
¿Què sucederà con tu lluvia que inunda tu alma y haga que sientas que te depoja de todo?
ResponderEliminarAlguna vez me he hecho a mì misma esta pregunta y elegì prenderme del aire para no ahogarme; desde ese instante, salì a sentir la lluvia nuevamente, desafiante y hasta con un suspiro y fue ahì que le robè los lindos secretos que tiene cuando me moja ìntegra, viva...
Besos con luz para vos, Juanjo
Casi me has hecho odiar la lluvia, lo pones tan negro que a poco mas me ahogo..., bueno ya parara, no? Hay segunda parte? No nos vamos a morir ahora por una tonteria, no?
ResponderEliminarUn besito.
Sólo se puede entender ese repiqueteo, de las gotas, incesante, "consternant..." tras escuchar esto y más.
ResponderEliminarPero por el momento sólo te dejo este repiqueteo. Siéntelo.
http://www.youtube.com/watch?v=HKjbYYpVHoc
Salu2