03 agosto 2010

Campo de minas


La ausencia no es un gigantesco espacio vacío, es un campo de minas esperando a ser pisado cualquier noche de invierno.


La silla se quedó desnuda a principios de aquel verano. Ella me dijo que se iba. Necesitaba tiempo, espacio para sí misma, pensar en calma sobre nuestra relación, todo eso que se dice en las despedidas.


Ya vi entonces en su cara que la decisión estaba tomada. La mentira siempre sonaba en su voz con timbres de aparente seguridad. Debí fiarme de esa primera intuición. No volvería nunca.


No lo hice, y a cambio dejé vacío su asiento preferido en un lugar destacado, como una forma de escenificar la ausencia. Una tabla sostenida por cuatro patas, un abismo soportado por el recuerdo.


Cuando llegaba el tiempo de ajusticiar la melancolía, enterrando sus restos en la humedad del trastero, recibí su carta. No había dirección en el remite, pero sobrevivía la insultante seguridad en cada trazo de su letra.


No tuve el valor de abrirla, ni tampoco el de romperla en mil pedazos. La ausencia es un campo de minas esperando, y el abrecartas se parece demasiado a una pisada torpe y titubeante.

-.-

24 comentarios:

  1. La carta ha de abrirse. Y leer, aunque sólo sea por volver a tener de su puño y letra una constancia de su existencia.

    Salud.

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  2. Ay, cómo añoro recibir cartas en el buzón de casa, aunque como ésta sean dolorosas. Hoy en día te pueden hacer daño por igual pero con un frío e-mail en el buzón del Outlook.

    Precioso el símil del abrecartas, Juanjo. Enhorabuena.

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  3. Un campo minado. Totalmente de acuerdo. Tiempo, tiempo y espacio... (******!!!)

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  4. Increíbles palabras describiendo algo tan cierto!!! increíble como dejamos el espacio en un lugar destacado, increíble lo del abrecartas, todo, me encantó todo, demasiado cierto... fue un beso en la frente al dolor.

    Besos!!!

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  5. No sé si la cita de entrada es tuya, pero es antológica, desde luego. Lúcida, gráfica, inteligente. Si no es tuya, dime de quién es, porque igual algún día con ella encabezo algún cuento

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  6. No se si esta vez estoy del todo de acuerdo con tu visión de esta ausencia que describes, JUANJO.

    Verás, creo que uno puede irse de muchas formas, pero cuando alguien se va, sin dejar estela alguna que seguir, no se ha ido, ha huido, que es distinto.

    Así que , esa aparente seguridad que describes en ella, es posible que no fuera más que un disfraz, para encubrir el miedo que seguramente sentiría.

    Si ha enviado una carta, es que para ella, aún sigues en su recuerdo, por tanto una nueva prueba de que la seguridad que intuías, no es tal.

    Ábrela, una carta jamás es una mina y si es así, lo único que la hará estallar es lo que decidas hacer después de leerla, si no, seguirá inactiva.

    A mi, me sería absolutamente imposible no leerla ¡¡fíjate!! ;-)

    ¡¡Jo, que intensidad, JUANJO!!
    ¿cómo lo haces?:)))


    Muchos besos.

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  7. Madre mía, Juanjo, este post es de lo mejor que te he leído!

    besicos

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  8. Supongo que será porque no suena tan crudo..., pero lo de necesitar espacio es siempre un "me largo". Yo hubiera abierto la carta, no sé si para llorar más o para asegurarme bien de que ya no volvería...

    Besitos.

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  9. La ausencia está repleta, de desilusión, de añoranza, de melancolia, de memoria difusa, de alegría a veces, de ira, de calma,...caben tantas cosas en una ausencia que debería tener otro nombre.

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  10. Un poco para todos:

    Me pregunto si yo abriría esa carta. Supongo que sí. La carta es como otra silla vacía, algo que te recordará siempre la ausencia. Si la abres, puede que lo cambie todo, pero... ¿puede empeorar? Lo peor es la incertidumbre.

    No me fío de la seguridad, por eso pongo el "aparente" delante. La duda es el motor del conocimiento.

    La cita es mía. Se me ocurrió un día, no recuerdo por qué, y el relato lo he construido alrededor de ella. Por supuesto, Baquero, me encantaría que la utilizaras en un cuento.

    La verdadera ausencia, supongo, debe parecerse bastante al olvido.

    Muchas gracias por los comentarios.

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  11. interesante tu texto me dejó pensando me gusta como escribes besos con menta

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  12. me gusta el gesto de reservar su silla, siguiendo el dicho de "la esperanza es lo único que se pierde", igual que me gusta que ya no abra la carta porque la indiferencia es el camino hacia el olvido.

    como siempre tu relato es para nota.

    biquiños,

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  13. Carta que trae miedo y misterio, como una muerte blanca.
    Felicitaciones Juanjo.
    Un fuerte abrazo.

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  14. ¡¡Juanjo, melenas, capricho de las nenas!!

    Juanjooooooooooo, me he enamorao de ti en este post, qué bonito, qué sentido, qué lindo!!

    En cuanto llegue, dejaré mi mano al amparo de la tuya para que me guíes en la caligrafía del sentimiento.

    Mira qué te digo: o empiezas a escribir un libro, o comienzas a escribir una novela. Lo que tú prefieras. ¡¡Pocos como tú!! ¡¡Fiera!!

    Nos vemos en un plis-plas, mua y agur,

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  15. Ufff! justo lo que no necesitaba leer... Hay quien un día desaparece sin más. Quizás notabas que las cosas no iban como antes pero que de la noche a la mañana desaparezcan, eso es duro. No espero cartas, no era muy prosaico. Tampoco la abriría... Bs y sensacional como siempre Juanjo.

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  16. Maldita ausencia que casi siempre anuncia un dolor a perpetuidad. Como la incertidumbre...
    La melancolía sólo puede ajusticiarse, rasgando el sobre y enfrentando la certeza intuida.
    Escelente.
    Una sonrisa

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  17. Dicen que la curiosidad mata al gato, yo definitivamente ya estaria muerta.....

    perdon por comentar sin ser invitada, bueno dejo un abrazo y un millon de suspiros inspiradores.....
    Manena

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  18. Te superas, Juanjo.

    El abismo soportado por el recuerdo.

    Estupendo. Un beso

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  19. Qué miedo.
    Ante la apertura de esa carta y la confirmación de la ausencia.
    O quizá ante unos párrafos, intento de eso que algunos verbalizan en el "pero podemos seguir siendo amigos".

    Muy buen texto.

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  20. Yo la tiraría directamente. Guardamos demasiados recuerdos ya en nuestro corazón, en nuestro interior y a veces nos duele el echo de conservarlos dentro.Así que si estas convencido a seguir hacia adelante,tírala o la abres y de nuevo aflorarán sensaciones sentimientos que creías haber enterrado, recuerdos que creías haber olvidado...Cuidate,me gusta tu casa,me cojo una silla.Yo ando tirando cartas y recuerdos absurdos, con lo que me quedo dentro ya tengo bastante.

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  21. Estos temas de amor son ciertamente como un campo de minas. Uno va triscando tan alegremente cual cervatillo y de repente pum!, tus tripas esparcidas por el suelo.
    :-)

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  22. Un campo de minas... sí, lo conozco, recientemente también he dejado el espacio al lado de mi cama esperando, aunque el ya no esta y no volverá, lo peor es que yo tampoco a él.

    Esa carta algún día la abrirás, cuando el corazón sea capáz de verlas como palabras marchitas hace tiempo y no con la dureza de verlas como rosas secándose en tus manos al leerlas.

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  23. Con la ausencia se vá un trocito de nuestro corazón, es un gran vacío.

    Un beso.

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