28 septiembre 2014

Coma




La imagen es de Chiara Bautista. El relato lo escribí para los Viernes creativos de Escribe fino.

Algunas veces, parece que sonríe. Los médicos aseguran que se trata de una reacción nerviosa de esas que salen de forma espontánea, sin causa aparente. Que está clínicamente muerto, aunque lleve ya tres años en coma, tal y como lo devolvió el mar aquella aciaga noche. 

También tienen una explicación científica sobre la forma especial de arquear los brazos, que mantiene de vez en cuando, como abrazando un cuerpo invisible. Y sobre los espasmos que le da a la aguja del electro de repente, nada que envidiar a los terremotos de algún grado de la escala Richter.

Supongo que, para ellos, el sonido mágico que sale del pecho de mi hermano todas las noches podría ser síntoma de algún desequilibrio neurológico de nombre impronunciable y el extraño olor a pescado obedecería a la descomposición de algún órgano tumefacto.

Pero nada de eso voy a comunicar a los expertos, siempre que siga observando en el cuerpo que vigilo todas las noches los asombrosas movimientos producidos por las terminaciones del sistema nervioso parasimpático, que cualquier profano en la materia confundiría con sonrisas.

-.-


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