10 marzo 2007

Notas olvidadas


"La luna llena iba menguando ya, aunque nosotros no lo sabíamos; no lo podíamos saber, cubiertos por la espesa capa negra de nubes que tapaba su luz, y por la fina lluvia que empapaba nuestras ropas e iba calando, poco a poco, nuestros huesos.
No cabíamos todos dentro de los carruajes, solamente los ancianos, mujeres embarazadas y niños de teta. Los adultos iban encima de caballos y mulas, y los niños, atados con sogas a los carros para no perdernos, con la atenta mirada de nuestras madres, que no perdían ojo de nuestros movimientos.
El terreno era húmedo, resbaladizo e inseguro; los vehículos se quedaban encallados con frecuencia, y varios hombres se alternaban, empujando, para sacarlos del atolladero. En uno de esos parones húmedos la ví, estaba muy cerca, silenciosa, con los cabellos muy negros, empapados, cayendo sobre su espalda, y su mirada..., una mirada que atrapaba con el dulce señuelo del movimiento de su largas pestañas. Era sólo una niña, y entonces yo no lo sabía, pero toda la mujer que sería después estaba ya allí, detrás del misterio de su ojos oscuros.

- ¿Cómo te llamas?
- Susana, dijo, apartando la cara, con un mohín de falsa vergüenza.

La noche era fría y oscura, la última luna llena de invierno; y parecía que el día no se había podido escoger peor, pero las órdenes del rey eran tajantes: había que abandonar el castillo y ocupar las nuevas viviendas en el burgo que se había construido en el llano.

Con las inclemencias del tiempo, el tortuoso camino que comunicaba la vetusta fortificación con la nueva urbe, se había vuelto impracticable, pero no había marcha atrás. Ya no quedaba nada nuestro en el abandonado castillo.

Lo único bueno era que, durante el trayecto, y con estas circunstancias, las amistades recién estrenadas, tenían visos en convertirse en perpetuas. No sabía yo entonces lo cerca que estaba de bendecir esa afirmación.

Las primeras luces del alba empezaban a matizar las sombras, y conferían un aspecto protector a las murallas que circundaban el burgo, en el momento que las cruzábamos. Susana y yo entramos cogidos de la mano, tiritando de frío y agotados, pero felices, pues detrás de sus puertas empezaba una vida nueva.

Los primeros rayos de sol cruzaron, junto a nosotros, por debajo del dintel de la puerta del norte."

Estas letras podrían formar parte de un nuevo relato, de una idea que hace tiempo ronda por mi cabeza, las notas olvidadas de un antiguo ascendiente imaginario de otro personaje inventado; pero, de momento, solamente son un homenaje a mis antepasados, a aquellos que un día bajaron del castillo al plano, a aquellos que cavaron el hoyo en el que aún discurren mis raíces, aquellos por los que mañana haré yo el trayecto inverso, buscando con la vista los pesados sillares, las derrumbadas murallas tras las que un día ellos moraron.
Por ellos ahora yo brindo y celebro estos días de encuentro, de encuentro con nosotros mismos.

Es sólo eso, nada más que eso, pero me apetecía compartirlo con vosotros.

Suena "Bolero de Castellón"




14 comentarios:

  1. Anónimo9:30 p. m.

    Gracias a tí, por hacernos partícipes de un hecho trascendente, nada como una cita con las raíces, con toda certeza, un día nos contarás algo de lo vivido allá.
    Un abrazo Juan José y que lo disfrutes en el alma.
    Milena

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  2. Anónimo10:47 p. m.

    Pues muchas gracias por compartirlo. Hermosa manera de hacer un homenaje a los que nos han regalado la estancia en nuestra tierra.
    Un beso, guapetón.

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  3. Anónimo1:04 a. m.

    Te visito todos los dias y a veces me quedo sin palabras con tus escritos, eres muy bueno. siguie deleiteandonos con tu blog. Un saludo.

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  4. Pues, desde luego, Juanjo, sigue compartiendo estas cosas con nosotros :)


    Un besazo enorme.


    PD: Me gusta el bolero

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  5. Anónimo9:01 a. m.

    Precioso, como todas tus letras. Siempre reconforta saberse unido de alguna forma al mundo que te rodea e incluso mas en el tiempo que en el espacio, quizá porque sufrimos mas por nuestra temporalidad. Un fuerte abrazo.

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  6. Anónimo9:33 a. m.

    "Anem, anem,..."
    Genial Juanjo, genial, la idea de proyectarse en un pasado entre documentado y fingido para contar.
    Este primer fin de semana lo he pasado fuera, sumido en la modorra del solecito andaluz, pero ya estamos de pleno en el epicentro del lío madalenero.
    Saludos, paisano.

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  7. Anónimo3:51 p. m.

    Casi te pillo al vuelo...
    A ver de dónde te crees que llego a casa en estos mismo momentos, sino de iniciar mi primavera vinícola particular?.
    Abrazos, muchos, paisano.

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  8. Juanjoooo, qué pasada!
    Y yo aquí, muerta de asco, sin fallas ni madalena ni nada!!
    Ni te imaginas el cabreo que llevo.
    En fin, espero que lo pases muy bien en estas fiestas.
    Besos fuertes a toda la familia y tomaos un vinito a mi salud :)

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  9. celebro este homenaje Juanjo! Bellísimo! y espero que lo continues... pero si no es así, al compartirlo con nosotros, al menos nos haces también partir en busca de los que nos precedieron.
    De nuevo, muy bonito.
    Dark Kisses

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  10. Gracias por tus palabras, Juanjo. Si te digo la verdad, no estaba nada contenta con el texto, pero al parecer os ha parecido curioso. Eso me alegre.

    Fíjate, que me había imaginado un comentario tuyo, dando un toque cultural sobre la letra W.


    Vivan los Godos! Cerca de donde vivo, pasó uno. Aunque se llama Recesvinto (o quizá Receswinto?)



    Un wesazo :P

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  11. espero que no se trate sólo de un homenaje... yo quiero escuchar más... tu escritura se pega a los ojos...

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  12. Anónimo1:16 p. m.

    Enhorabuena, me ha gustado. Eso sí, lo de "la noche era fría y oscura" denota un diletantismo ultrajante que no se corresponde, creo yo, con el padre de estas letras tan evocadoras. No hay que relajarse para lograr el parnaso, aunque sea virtual.

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  13. Gracias, Don Mario, por su comentario, que, viniendo de quien viene, me tomo como un elogio.
    Procuraré no relajarme en adelante, aunque uno de los motivos por los que escribo sea ese.
    Aprovecho para darle la bienvenida, y espero sus comentarios. El espíritu crítico es bien recibido en esta casa.

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  14. Anónimo5:19 p. m.

    Juanjo, cómo he echado de menos estas casi 3 semanas el leerte aunque sólo fuera una pequeña línea.
    Aquí estoy; en casa, en mi casita del sur pasando estos días de vigilia con la gente que quiero. Como semanas pasadas sin hacer mucho más que comer y descansar de toda la vida que tanto me sorprende ahora que la miro de cerquita...aunque dicen que sarna con gusto no pica, no?
    Tú qué tal estás? cómo llevas esta semanita santa? estás de vacaciones? y ese hotel cómo va?

    Qué de preguntas juntas en un momento, pero ya sabes, una que se quiere enterar de todo.

    Pues Reno, espero que sigas genial y que un beso enorme.

    Gracias por seguir ahí :)

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