16 mayo 2007

A la deriva

"Deriva", de Giulio Orioli
Descubre el título y autor de la canción oculta en el texto

El otro día me encontré al Borrego en Indiana Bill.

Indiana Bill es uno de estos parques infantiles donde mis hijos son regularmente invitados a fiestas de cumpleaños, y nosotros, los padres, mientras disfrutamos de la compañía y los canapés de los anfitriones, encontramos a antiguos amigos y compañeros a los que hace mucho que perdimos de vista.

El Borrego es uno de ellos. Su verdadero nombre es Alfredo, gallego de nacimiento, natural de Pazos de Verín, una pequeña población situada en Orense; amigo del cole y del instituto, y compañero de muchas juergas. Después, el tiempo y las diferentes pandillas nos separaron.

Hacía mucho que no le veía. El tiempo puede cambiar muchas personas hasta hacerlas irreconocibles, pero tiene todas las de perder con Alfredo. Sus increíbles ojos azules, y su sonrisa de niño malo lo delatarán siempre. Ahora luce una frente arrugada, la faz endurecida y tostada por el sol, y se ha dejado una perilla rala que corresponde más con la versión agreste de su apacible apodo. Vamos, que aparenta ser más un chivo que un borrego.

Ese aspecto libertino cuadra más con la imagen que he tenido siempre de él, que con la de su modo de vida actual, según me cuenta. Aunque provisto de teléfono movil, PDA, y correo electrónico, Alfredo afirma pertenecer a una comunidad budista, de la cual es sacerdote, y gerente de una granja de formación de la misma. El caso es que yo, desde hace tiempo, había percibido un halo de espiritualidad en su compleja personalidad; aunque siempre lo atribuí al efecto de alguna sustancia sicotrópica.

Estuvimos hablando bastante tiempo, recordando los tiempos del cole, alguna despedida de soltero en la que habíamos coincidido, y tratando de hacer planes para reunir a todos los compañeros posibles en una cena, o lo que se tenga a bien organizar.

- A todos no va a poder ser, me dijo.
- Ya me imagino. Eramos 40, y yo sólo tengo localizados a media docena.
- No lo decía por eso. ¿Te acuerdas de José Manuel?
- Sí, claro, me dijeron que estaba muy mal.
- Yo me lo encontré una vez esperando al autobus. Se acercó a mí pidiendo pasta, y no me reconoció. Tenía el mar del miedo en la mirada, las ropas empapadas, ... Le dije: ¿no te acuerdas de mí? ¿cómo has podido caer en ésto? No dijo nada. Coincidió conmigo algunás veces más, pero un día desapareció. Al cabo del tiempo alguien me nabló de él: "recorriendo aceras dicen que lo vieron, ajustando el paso a los demás, intentando cualquier cosa por dinero para hincarse fuego una vez más... "
- Es igual, no sigas, ya sé el final.

Nos quedamos serios mirándonos. Mi mente vagaba por las escaleras de la vieja escuela. Yo subía tarareando las estrofas de la canción, intentando aprender la letra. Era muy bonita y muy triste. Eso ya lo sabía entonces, pero lo sé mejor ahora, porque José Manuel tampoco es el primer caso de los que compartieron juegos conmigo que ahora ya no me podrán encontrar en Indiana Bill, ni en ningún sitio.

A menudo me pregunto por qué, pero ninguna de las respuestas me gusta.

Finalizados siete días aproximadamente, escribiré un comentario, resaltando las estrofas de la canción.

18 comentarios:

  1. eeeesto Juanjo, pues yo no tengo ni idea de cual es la canción o_O... podría googlear, pero es que así no tiene ninguna gracia. En fin, eso si, la historia es meláncolica y bonita, y este meme es superoriginal :)
    Bueno, pasaré a ver si me entero.
    Un besito encanto.

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  2. Bueno, Tormenta, no conozco tu edad, pero posiblemente no habías nacido cuando la canción oculta se puso de moda.
    La historia, por desgracia, no tiene nada de bonito, porque es real.

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  3. Anónimo12:09 p. m.

    maestro esta jodido el asunto, seguire pensando, eres malo malo, jaja. Me gusta esta idea. Un saludo.

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  4. Juanjo soy incapaz de jugar después de la história que cuentas, supongo que lo entenderás, lo siento mucho.... yo también he perdido a compañeros del cole de toda la vida y siempre es el mismo ''mal'' el que se los ha llevado.
    Un beso y gracias por tu comentario.

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  5. Anónimo9:54 p. m.

    La cosas suceden y no hay que buscarles el por qué cuando no tienen solución. Es lo más sensato.

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  6. Lo siento mucho, Raquel. Nada más lejos de mi intención que provocar dolor al recordar desgracias pasadas. Comprendo que no quieras jugar, pero pienso que en la vida siempre hay que ir hacia adelante, pase lo que pase.

    Lumons, siempre me ha parecido sensato buscar porqués, aunque las cosas ya no tengan remedio. Hay que aprender de los errores.

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  7. Anónimo5:45 p. m.

    Nada paisano...
    Pero no renuncio a descubrirla. he debdio de leer la entrada apresuradamente o he cometido la torpeza de no prestar la debida atención a la intencionalidad del juego, pues al terminar la lectura, ni recordaba que se trataba de una adivinanza.
    Vuelvo en un rato, si me acuerdo y lo intento de nuevo, Juanjo.
    Un saludo.

    Pd.- Joder, para ser la priemra, la has hecho difícil, difícil, difícil, chaval.

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  8. La vida da muchas vueltas y cambia a las personas, desgraciadamente no siempre de la forma que nos gustaría...


    Un beso dulce!

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  9. Anónimo12:53 p. m.

    Hoy das la solución, no?. A qué te crees sino que he venido, paisano?.
    Un saludo.

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  10. Anónimo1:06 p. m.

    La canción es: "Clara" de Joan Bautista Humet.
    Como muy bien dices, bonita, pero muy triste.
    Un saludo.

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  11. ¡Enhorabuena, Rosa! Has acertado. Justo cuando iba a dar la solución, lo que me alegra.
    Pensaba que no era tan difícil, pero...
    Ahí dejo el enlace:
    http://www.goear.com/listen.php?v=297e564
    y resaltaré los trozos de la canción en la entrada.

    Saludos a todos.

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  12. Anónimo4:51 a. m.

    Es la primera vez que leo algo escrito por tí... Y la verdad, has logrado conmocionarme. Nunca dejaré de sorprenderme por las infinitas vueltas que da la vida. Realmente nunca sabemos que decisiones vamos a tomar en cada momento, ni por qué lo haremos, ni si serán correctas o no... No sabemos a donde nos lleva el futuro, espero que a otro más alegre.
    Un besazo.
    PD: Yo también jugaba en el Indiana Bill de pequeña... Creo que tras leer esto no podré verlo de la misma forma.

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  13. mmmmm vale, si la historia es real, no tiene nada de bonito: tienes toda la razón. Pero esta escrito con belleza meláncolica y la canción le da un toque poético. En fin.. que siento que sea real.
    Tengo 30 añacos, y sí he escuchado (creo o estoy casi segura) la canción; luego para asegurarme, lo miraré que estoy en el curro y no es plan ^^
    Un beso muy grande Juanjo :)

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  14. Ondina, bienvenida a este sitio. Por suerte, no todo lo que escribo es tan dramático, pero bueno, el caso que cuento era bastante previsible. Se veía venir desde pequeñitos.

    Tormenta, si tienes 30 añitos, habrás oído la canción alguna vez. Para mí es un clásico. Otro beso para ti.

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  15. Anónimo6:55 p. m.

    Hola Juanjo:
    Gracias por tu comentario en mi espacio.
    Las letras flamencas engloban en su multitud de palos, todos los sentimientos del ser humano. Las hay de amor, despecho, pícaras, cantos al campo, a Dios, a la muerte, etc. Todo lo que se refiere a la vida.
    Las mías son menores, coplillas sin importancia.
    Un buen blog el tuyo.
    Un beso y
    cuenta conmigo para el juego de las adivinanzas de canciones.

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  16. Anónimo9:34 a. m.

    ¡Clara!.. Joder, sí... hacía tanto, tanto tiempo que no la escuchaba!!

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  17. Vaya movida que has montado... reconozco mi inutilidad para encontrar la canción oculta. Enhorabuena a Rosa, por haberla adivinado.
    Un beso, guapetón.
    P.D.: Te he enredado en un nuevo meme... y como digo, por pura y dura curiosidad, jejeje.

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  18. Anónimo7:44 p. m.

    clara..es muy antigua, yo la conozco, estaba dificil el asunto. Un saludo.

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