17 agosto 2006

Solución de continuidad

Tras muchos meses contando las fatigas de Sofía, Marisa y Ramón, en la entrada anterior daba por finalizada esa historia.

Cuando en el mes de Enero escribí "Traición" no pensaba ir más allá; era un relato corto sin más pretensiones que las de intentar describir lo que se puede sentir en un asesinato pasional, algo por otra parte totalmente ajeno a mí (al asesinato me refiero)

La segunda entrada "En la vieja estación" pretendía ser otra situación independiente, inconexa de la anterior, pero mientras la escribía se me ocurrió relacionarla con aquel primer texto. Por aquel entonces no tenía ni idea de que el relato iba a ser tan largo, pensaba que duraría poco, y de hecho alternaba algunos textos del mismo con otros temas que nada tenían que ver.

Poco a poco fui centrándome en la historia, me tracé una línea argumental sobre la que escribirla, que fue cambiando a medida que iba madurando, muchas veces a raíz de comentarios vuestros, otras por simples cambios de opinión míos.

Al final fui dejando de escribir entradas sobre temas triviales, y dediqué todo el tiempo a escribir sobre las aventuras de nuestros protagonistas. No quería que nadie se perdiera, y por eso decidí aplazar los escritos sobre otras materias. Era lo que me pedía el cuerpo.

Reconozco que he disfrutado escribiendo este relato, al que todavía estoy por bautizar, y me ha gustado contar con vuestras visitas y comentarios. Ha sido sorprendente y reconfortante comprobar que existen personas al otro lado de la pantalla, dispuestas a tragarse las largas entradas de que consta la historia, después de o durante una dura jornada de trabajo o estudio. Admito mi devoción hacia los textos cortos por internet; no suelo detenerme mucho en las entradas de los blogs con demasiadas letras, si no sé de antemano que va a merecer la pena; lo hago en escasas ocasiones y en blogs muy seleccionados. Por eso, cuando terminaba cada entrada y pensaba: ¿Y quién coño se va a leer ésto? me asombraba comprobar que siempre había alguien, con la santísima paciencia de leerla y hasta de vivirla.

A todos los que habéis pasado por aquí os agradezco de corazón vuestras visitas y vuestros ánimos. La historia ha terminado. Ramón continuará escribiendo en su blog con permiso de MSN Spaces o como quiera que se llame ahora. Tal vez en el futuro, o en el pasado exista algo que contar. No lo sé. El tiempo lo dirá.

Pero yo, Juanjo, que es mi nombre real; o Reno-de-Roja-Nariz, que es uno de mis múltiples apodos, voy a continuar escribiendo, aunque no sepa muy bien de qué. Hablaré de lo que se me ocurra, supongo, o de lo que me apetezca, que siempre son dos buenos temas, muy socorridos, y quizá algún día me enrede en otro lío como el que ha terminado. Mientras tanto continuaré visitando vuestros sitios, y dejando mis telegráficos comentarios, lo que por otra parte me supone un gran placer (el visitaros)

Sirva esta absurda entrada para cerrar un ciclo y entrar en otro.

Gracias a todos, y espero seguir viendoos.

5 comentarios:

  1. Anónimo9:29 p. m.

    Juan José?, no sólo prosaico, sino prolijo en tus relatos. Me atrapo tu relato incial, donde te creías muerto y etc. Seguiré subiendo en el tiempo.
    Lo mío, no sé ni que es un verso, no tengo pretensiones poéticas, es una forma de hacer catarsis.
    Buenas Noches por hoy.

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  2. Anónimo2:06 a. m.

    ¿Pero que más te dará que aumenten el número de planetas? jajaja.
    Y por supuesto, que seguirás escribiendo, vaya, yo nunca lo había puesto en duda.
    ¿No te atreverás a quitarme una de mis secretas escapadas, no?.
    Un beso, solete.

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  3. Anónimo8:42 p. m.

    Me encanta eso de cerrar un ciclo y comenzar otro. Reconozco que empezar siempre cuesta un poquito, pero los resultados merecen la pena ;)


    "Solución de continuidad"... Me recordó a una definición de algo que estudié hace poco :P



    Un beso y hasta pronto!

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  4. Anónimo12:14 a. m.

    El placer ha sido nuestro.

    De veras.

    Seguiré leyéndote.

    Muchos besitos

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  5. Anónimo1:20 p. m.

    Pues servidor se “tragó” todas las historias que forman el relato completo, y además se las tragó con mucho placer y he de reconocer que, en algún punto del mismo, hasta con una cierta impaciencia por la intriga de saber como resolverían, tanto el protagonista como el autor, determinadas situaciones. La verdad es que ha sido una experiencia refrescante, en el sentido que es absolutamente infrecuente en el mundo bloguil (al menos en el que yo frecuento) ya solo el hecho de poder leer entradas de narración pura. También es mas o menos excepcional el que tengan una longitud tal que permita disfrutar un ratito de la lectura y, no digamos ya, que estén organizadas en una serie de entregas tan larga como esta. Ciertamente, como ya te comenté en alguna ocasión, ha sido todo una sorpresa, el traspaso y buen funcionamiento del concepto de “entrega”, tan decimonónico a este medio y un hallazgo, fíjate tú que cosas, ya que permite combinar una longitud no demasiado grande en cada fragmento (es verdad que todos andamos con prisa en este mundo virtual, pero también es cierto que leer textos demasiado largos en una pantalla, fatiga mucho mas que en papel, al menos a mí) con la extensión mínima que requiere todo relato que pretenda ser estructuralmente desarrollado y narrativamente interesante. Esto nos ha permitido a tus lectores cosas absolutamente inusuales en este mundo: captar y discutir la psicología de los personajes, formar “comunidades” de seguidores de este o aquel personaje, interactuar con el autor sugiriendo o inquiriendo situaciones o soluciones, y en definitiva meternos en la historia y sus protagonistas con una intensidad realmente fascinante.

    Como tu muy bien dices está claro que el arranque de la historia no estaba concebido para formar un relato largo, y que los dos primeros “capítulos”, no tenían porque estar relacionados (yo de hecho no los relacione en la lectura original), pero me resulta admirable la perspicacia que tuviste para captar a partir de ellos un hilo argumental común y la habilidad y paciencia para irlo desarrollando, sin que chirriara, a lo largo de tantos días. Me gustaron especialmente ese toque “costumbrista” que le dabas algunas veces a tus descripciones de ambientes, ciudades y festejos, así como esos detalles culinarios a lo Carvalho, que tantas veces me deleitaba con aromas de paellas, tortillas, vinos y similares, (ten en cuenta, además, que yo suelo leerte a las tantas del mediodía... con lo cual este aspecto cobra gran importancia.... jajajaja). Quizá eché a faltar algo mas de profundidad en la descripción emotiva y psicológica de los personajes principales...., como que algunas veces me hubiera gustado saber porque hacían lo que hacían (no en el sentido externo... sino en el interno... porque tomaban una decisión y no otra., que les impulsaba internamente a actuar de esa manera concreta..) pero, en fin.... ¡ya me gustaría a mí poder llegar ni a la tercera parte de todo lo que escribiste..!!

    Bueno, pues fin del ciclo. Ha estado bien. Nos hemos divertido y convivido durante unos meses con esta historia. Creo que es lo mas elogioso que puede decírsele a un autor.... por tanto: ¡Chapeau, Juanjo! Ahora a ver si nos la pones un titulo, la rejuntas toda en un fichero y nos lo dejas por ahí para poder tener la curiosidad de leerlo de un tirón. ¿Quién sabe....? ¡A lo mejor leída así cobre algún nuevo matiz o se ven aspectos diferentes que se nos han escapado en una lectura fragmentada..! Yo te prometo que si es así, sin falta te lo haré saber..... ¡si tienes la paciencia de leerlo...!! jajajajaja.

    Un fuerte abrazo.

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