15 octubre 2007

Las lágrimas de Sant Miquel



- ¿Te acuerdas?
- Sí claro, como me voy a olvidar. No me olvidaré mientras viva.

Los dos amigos, recién separados de su abrazo, se miran ahora con la sonrisa en los labios. El tiempo los ha reunido en el km. 0 del famoso camino, el sendero de la Luna LLena.

- ¿Qué mal lo pasamos, verdad? Nunca pensé que lo conseguiríamos.
- Pero lo hicimos. ¿Quién se acuerda ahora de todo aquel sufrimiento?
- Pues yo, claro. Y apuesto a que tú también. La satisfacción de la llegada a meta no me quita el recuerdo del dolor: el dolor del camino y el de los días siguientes. Me costó un mes recuperarme.
- Y a mí también, pero he borrado eso de mi memoria. Solamente veo el premio de la llegada: esa montaña casi sagrada, alfombrada de verde, como un prado suizo, en pleno mes de Mayo. Y las voces de la gente dándonos ánimos, a pesar de que apenas podíamos caminar, y de que llegábamos casi fuera de control. Recuerdo el paso de la meta, y la ermita de Sant Joan de Penyagolosa esperándonos.
- ¿Y no te acuerdas de Sant Miquel? Yo me acuerdo perfectamente de tu cara cuando llegamos allí: la cara de la desolación, del desánimo, de la derrota. Yo debía tener la misma.
- Sí que me acuerdo, lo reconozco. Recuerdo hasta el sudor de tu cara, y juraría que en ese momento se juntaba con lágrimas de impotencia en tu cara quemada por el sol. Sant Miquel de les Torrocelles. 40 km. de camino. 20 para la meta, y la vista de la larga y empinada cuesta restante, toda aquella pinada inmensa enfrente. Creo que fue ella la que nos convenció de que siguiéramos. ¿Sabes? Sólo por eso merecería la pena volver a ir.
- Me temo que no, Pedro. Se quemó todo este verano. Ahora sólo queda el monte desnudo, calcinado.

Y a Pedro se le borró la sonrisa, se le nublaron los ojos. Esta vez las lágrimas no se mezclaron con el sudor. Saben que nunca volverán, que lucharán para que esas imágenes vivan en su recuerdo, pero no caerán en la tentación de que la realidad se las mate, o quizá debería decir se las queme.

7 comentarios:

  1. Anónimo7:00 p. m.

    Hoy mi Alma tambien te trae una canción, de Fernando Delgadillo,
    "Tienes que mirar", mirar ahora porque ya no podremos volver a mirar ciertas cosas nunca mas. Las hemos destruido.

    Copia y pega la url:

    http://webs.ono.com/macguffin/hierba/10%20-%20Fernando%20Delgadillo%20-%20Tienes%20que%20mirar.mp3

    Un beso

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  2. Una entrada muy comprometida. Y muy cierta. Y muy triste, también. Es una pena la destrucción, el caos, la pérdida...

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  3. Alma:
    Sí, hay que mirar como si lo que estamos viendo ya no lo vayamos a ver más.

    Camille:
    Es terrible. Aquí los incendios tardan decenios en recuperarse. Algunos de ellos no se recuperarán jamás.
    Triste legado el que dejamos a nuestros hijos.

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  4. Bueno, podría comentrte mucho sobre esto, pero...yo soy de las que me quedo con lo que me da la gana y me quedo con eso de llegar a la meta y llegar a la meta es el final, un final agridulce donde se mezcla la alegría de la victoria y un algo se acabó.
    No me hagas caso esta noche, vengo de tomar unas cervezas con intelectuales y así me he quedao:
    transendental
    Onnnnnnnnnnnnnnnn

    Muacks

    Por cierto estas muy prolifico
    Voy a leerte lo de hoy
    Espero no dejarte otra cosa como esta que si no, terminaras odiandome

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  5. que desolador es cuando debemos luchar por mantener un recuerdo que nos hizo sentir tanto...
    Un beso cariñoso guapo

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  6. Nikté:
    El final es una cosa tan absurda. Tanto tiempo esperando... ¡para esto! A mí me produce una sensación más de vacío que agridulce, pero a lo mejor mezclaste la cerveza con pepinillos en vinagre, banderillas, intelectuales, o algo así, y por eso se te quedó ese sabor de boca, jajaja.

    Butherfly:
    El problema es cuando la realidad contrasta tanto con el recuerdo.

    Os confiaré una cosa: nunca he ido a la carrera de la que hablo más que a verlos llegar. No he estado jamás en Sant Miquel de les Torrocelles, ermita de Lucena del Cid; aunque participar en ella es uno de mis retos largamente aplazados.
    Sí tengo experiencia en incendios desoladores, y por partida doble muy cerquita de casa. Del último han pasado cerca de 15 años, y nada ha vuelto a ser igual a como era.

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  7. soy yo que no vengo hace mucho o tú, que estás muy creativo?
    has actualizado un montón, bueno, aunque es un placer leerte, bien lo sabes
    sigo adelante ^^

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