La boa me quiere comer. Lo noto en su mirada fija, sin parpadeos, inclemente. El tigre me vigila, desafiante desde las alturas. Lo sé aunque intente disimular, apoyando la cabeza entre las piernas. El elefante, espera. Sé que también conspira, pero no lograré arrancarle una palabra. El oso tuerto es el jefe del complot. Quién me lo iba a decir, tan blandito, tan indefenso, con esa lástima que inspira. Cuando guiñe el ojo sano, la emboscada empezará...
Nada más cerrar la luz del cuarto, la pesadilla comienza.
No sé por qué mis padres creyeron que me gustaban tanto los peluches.
-.-
A mí me destapaban por las noches para que pasara frío y luego se hacían pis en mi cama. Palabrita. Nunca nadie me creyó.
ResponderEliminarAy pobrecillo!!!!
ResponderEliminarSi es que los padres a veces no escuchan...
Besicos
Menos mal que te leo a estas horas!
ResponderEliminarSi te llego a leer anoche, tejuroporelrellenodeserrín que mi cerdita Peggy y el conejo habrian sido desterrados dentro del armario!!! Ayyyy...
Jajajajaja!
Un besito
Lala
Hay alguien que no tenga un peluche en su casa?
ResponderEliminarAunque sea uno mínimo???
´
Otro beso
Lala
¿quien de pequeño no a tenido al dormir de algun muñeco o osito de peluche?... en mi habitacion de muy pequeño, todo estaba lleno de las muñecas de mi hermana... habia una sobre el armario que me aterraba sobre manera xD
ResponderEliminarPor cierto, ya tienes un nuevo seguidor a tu blog =)
ResponderEliminarTienes toda la razón, cuando las luces se apagan estos muñecos toman formas diabólicas que asustan a cualquiera, je,je. Mi hija me los hizo quitar todos de su habitación porque le daban miedo por las noches. Un saludo.
ResponderEliminartodos tuvimos alguna vez esos sueños diabólicos con los muñecos de peluche y demases.
ResponderEliminarbiquiños,
Pero Juanjito,
ResponderEliminaresas cosas son las que le hacen, ya de tan mayor, orinarse en la cama???
Ay, cuanta ternura!!!
Un beso y a dormir soñando con angelitos o... señoras que valgan la pena jajaja.
Mis peluches llegaron más tarde, cuando las muñecas de plástico empezaron a perder rigidez y fama.
ResponderEliminarY el miedo, vino por otro lado, creo que justamente de mi cerebro asustado.
Una sonrisa
Toy Story, en plan mala leche.
ResponderEliminarGenial.
Lo pero es que con el paso de los años, los peluches han dejado de ser tales y tienen piel y huesos, y existe algún tuero que es el jefe...Y se ha de recurrir al orfidal.
ResponderEliminarUn beso
Jajajajaja, mi niña también lo cree así...
ResponderEliminarBesos.
Lo peor son los ojos de las muñecas ainssss manía de colgarmelas en las paredes que tenia mi madre....
ResponderEliminarA sensu contrario diré que eran los peluches los que salían corriendo en cuanto me veían, debían tener pesadillas con mi manía de destrozarlos para ver que contenían.
ResponderEliminarUn abrazo de hasta mañana
Jamás dormí con un peluches y es más los que había en la habitación los escondía debajo de la cama antes de dormir, pero con lo que sí dormía, era con un cómic de titulo Silencio, por si algún "espabilaO" se lo llevaba en las noches de insomnio, ufffff. Todavía le tengo ...jajaja.
ResponderEliminarbesines corazón.
¿Y los payasos de peluche? ¿Qué me dices de eso? Cuánto daño me ha hecho a mí eso... así estoy ahora... :D
ResponderEliminarAbrazos.