23 enero 2010

La misión de Roberto M. Conejo


Me llamo Roberto M. Conejo, y un día tuve una importante misión que cumplir. Cada 23 de Enero despierto, asomo la cabeza por encima de la entrada de la madriguera, y recuerdo. Ese día, y no otro, me vuelve el sonido de las órdenes recibidas aquella fecha, hace ya unos años, con la misma claridad como si las estuviera escuchando en este mismo momento.

- Soldado Martínez, aquí tiene su disfraz. Su misión es averiguarlo todo de los conejos. Descubra si son tan felices como parecen, si son egoístas, envidiosos, si su vida sexual es rica, si son cariñosos, dulces, entrañables.Póngalos a prueba, fomente las rencillas, los celos, las envidias. Estudie sus reacciones. Entre en esa madriguera, pase el tiempo necesario, pero no vuelva sin una respuesta.

No hace falta decir que me tomé la misión como de mí se esperaba, con la intensidad y la dedicación para la que había sido entrenado. Fue complicado. Nada de lo que hacía parecía perturbarles, nada conseguía inquietarles dentro de su espacio familiar, y me trataban con tanto cariño y dulzura que me resultaba muy difícil enfrentarme con ellos, y mucho menos enemistarlos entre sí.

No se enfadaron siquiera el día que descubrieron mi disfraz. Lo tomaron como una broma de buen gusto, y hasta me asignaron una compañera como premio por mi sentido del humor.

La conejita saciaba todos mis deseos, pero yo quise probar con otras. Escogí las parejas de los conejos más allegados. No tardé demasiado en conseguir sus favores, pero sus consortes, en lugar de ofenderse, me buscaron todavía más hembras, pues deducían de mi extraño comportamiento, que mis necesidades sexuales eran superiores a las del resto de la madriguera. A la semana estaba tan agotado que no podía moverme dos palmos allá de mi dormitorio.

Pensaron entonces que mi falta de fuerzas se debía a la falta de vitaminas, y se volcaron en facilitarme toda clase de manjares.

Una vez recuperado, me centré en provocar conflictos de otra índole. Quise sembrar la envidia entre los machos, alabando las virtudes de unos e inventando injurias pronunciadas por otros, pero de nada servía. Sentían tanta confianza mútua que era imposible generar ninguna duda. Mis trucos sucios fortalecían aún más su ya sólida amistad.

Después quise incendiar la madriguera generando una lucha de poder. Ya que ni los celos ni la envidia les turbaban, seguro que la gloria les tentaría y terminaría por deshacer los nudos de su sólida organización. Nadie parecía tener interés en liderar a la camada , y debido a mi insistencia en la necesidad de ese liderazgo, terminé yo de jefe, pasando todos a ser mis leales súbditos.

Quise entonces imponer un despotismo tan cruel que aflorara en ellos sus deseos de venganza. Interpretaron que mi ira se debía a malos humores acumulados, asignándome siete conejas más. Ni que decir tiene que, a la semana, se repitió el desfallecimiento y volvieron los banquetes.

Una vez recuperado de la merecida gastritis, renuncié a todos los cargos y me reintegré a la madriguera como uno más de los suyos, renunciando en secreto a la misión. Al año me crecieron las orejas, encogió la nariz, y mi piel se cubrió con un suave pelo gris.

Hoy, 23 de Enero, olisqueo el ambiente desde la entrada de la madriguera, elevo las orejas hacia el cielo, y puedo escuchar nítidamente las órdenes. Veo que se acerca un conejo nuevo al agujero.

- Hola, ¿cómo te llamas?
- Hola. Mi nombre es Juan M. Conejo, y soy nuevo en esta casa.

-.-
Esta entrada no tiene nada que ver con El sobre negro. Es mi forma de celebrar un año más El Día del Conejo

22 comentarios:

  1. Aysss..., que tierno...
    ;)

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  2. Aysss..., que tierno...
    ;)

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  3. Hermoso, ocurrente, y deliciosamente tierno.
    Una sonrisa

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  4. Qué maravilla!! Sólo con talento y creatividad se puede elaborar esta tierna delicia. Felicitaciones! Fue un enorme placer visitarte y leerte. No encuentro donde seguirte, pues me encantaría volver. Un abrazo

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  5. No se yo si me gustaría ser un conejo, pero parece que a Roberto le gusta su nueva vida conejil. No es para menos, se coge cariño a aquellas personas/conejos a los que que quieres herir y no puedes hacerlo de ninguna manera.

    Un abrazoy feliz día del conejo

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  6. Esto tiene moraleja? ¿ se van a cansar de fastidiarnos?¿ nos van a dejar vivir...? perdona si no te entendí...es muy tarde!.

    Un beso.

    P.D.¿o sólo es una preciosa historia de conejitos?

    Otro beso.

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  7. Juan M. es a los conejos como Ricitos de Oro era a los osos.
    La cuestión es integrarse.

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  8. ¿Pero cómo eres tan tierno Juanjo? ¿Cuántas facetas nos faltan por conocer de ti? ay ay!!
    Excelente mensaje amigo.

    Mis besos siempre.

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  9. ¡¡¡ Felicidades!!!

    Casi me iba sin hacerlo .... asinsss la edad, la edad ..

    Besos mil

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  10. Es muy bonito. Un cuento infantil un poco desesperanzado, si se mira bien, poue habla de cómo acábamos integrandonos en el ambiente gris y conejero y olvidando nuestra misión

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  11. Al final la amistad sí existe, después de todo. Pues vamos a mimarla.

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  12. Que mono el conejito...

    Besicos

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  13. Con la princesita de Alma y tu conejo tierno, creo que ya tengo el cuento correspondiente para la noche de hoy :D
    Eso sí, he pensao mucho en si el intruso disfrazao hubiera sido Roberta...Madre mia, nunca mejor dicho lo de madre, porque se habría hinchao a parir, jajajaja!
    O eso dicen de las conejas...
    :O

    Encantador, viva el día del conejooooooooooooo!


    Besito


    Lala

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  14. Muy sutil. Pasado un tiempo el exceso conejil cansa y el calor y calma de la madriguera convence a la mayoría; luego, en todas las casas aparece un Juan M. Conejo.
    (No tenía ni idea de este día, como de tantas cosas que no conozco, pero me ha hecho mucha gracia)
    Un beso

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  15. Muy bueno, me hizo reír.
    Me gusta tu sentido del humor.
    Saludos

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  16. Jejejeje, qué imaginación tienes, me encanta.

    Muy divertida la foto también.

    Besos.

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  17. Sabrás, querido, que existen grandes variedades de clubs privados y colectivos a los cuales se acude con disfraz, al completo, de animal, sin reconocimiento previo entre ellos, para relacionarse sexualmente como tales.
    Y seguramente resulta más placentero que andar disimulando los gustos y fantasías zoofílicas.

    Lo digo, por supuesto, como anotación a tu simpática entrada.

    Un abrazo muy fuerte.

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  18. un cuento muy entrañable y divertido.

    biquiños de coello (en gallego se dice así conejo)

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  19. ¡¡Hola JUANJO!!

    Tu historia una preciosidad, dulce tierna y amorosa como un conejo. ¡¡Si es que son tan ricos, ellos!! ja,ja

    ¡¡Ni idea de lo del día del conejo!! pero como a mi también me encantan los besos, será que también tengo algo de coneja ;-)

    Yo creo, que a diferencia de Miguel, que cree que tu cuento es desesperanzado, a mi me ha parecido lleno de esperanza...
    ¿¿Por qué no nos volveremos todos, tan primorosamente dulces y generosos como los conejos??

    Un besito de conejo. ;-)

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  20. Felicidades para Ella. Qué regalo más bonito!

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  21. Es maravilloso este cuento
    No sabía que había un día para los conejos, para celebrarlo vaya ¿El que haya conejos?

    Mira aunque no me documente, aunque no tenga ni pajorela idea de esa celebración, valió la pena solo entrar para leerte esta delicia.

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  22. Maravilloso! Sos realmente grande escribiendo Juanjo! Tenès editado algùn libro? Una pregunta que llevo un tiempito queriendo hacèrsetela y acà està... respuesta? ;0)

    Beshis!

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