
La nueva acompañante estaba cortada con el mismo patrón que la anterior. Le llamó por su nombre y apellidos. A continuación, subieron por el ascensor hasta la segunda planta. La decoración aquí era más cálida, con abundancia de tonos naranja, ocres, verdes y luz amarillenta. Vistosas alfombras cubrían el suelo, y las paredes estaban tapizadas en buena parte de su superficie. Varios espejos, bien distribuidos, proporcionaban la amplitud que restaba la abundante presencia de muebles recargados.
La habitación se encontraba a mitad pasillo. Antes de entrar, la chica le confiscó el reloj y el teléfono.
- No le es conveniente saber el tiempo real que le queda. Podría obsesionarse. Relájese y disfrute. Ahora, solamente piense en el placer.
A la izquierda, tal y como le habían anunciado, se encontraba el panel con las instrucciones; pero la secretaria se las recordó de todos modos.
En la fila de arriba están los placeres más terrenales, los más solicitados: comida, bebida, sexo. De todos los tipos. Puede degustar manjares o comida casera, probar los licores más selectos o beber un simple vaso de agua. Puede practicar sexo con mujeres, hombres, animales, o las combinaciones que quiera. Le sorprendería la gente que desea satisfacer sus más ocultas fantasías sexuales en sus últimas horas.
En la segunda fila tiene otro tipo de placeres, digamos, menos primitivos: una extensa biblioteca, la mejor selección de películas de cine, espectáculos deportivos, y un repertorio musical amplísimo. Puede pedir lo que desee, y lo serviremos de inmediato. Si no está en nuestro catálogo, lo localizaremos y podrá disfrutar de él en pocos minutos.
En la última fila están las opciones mágicas. A la izquierda, la película de su vida, con varias velocidades posibles. Puede usted verla en pocos segundos o en varias horas, puede parar, rebobinar, ralentizar, lo que desee, hasta prácticamente su último instante. En el centro, tiene la posibilidad de conversar con quien le apetezca, tanto si está vivo como si no. Podrá volver a charlar con viejas amistades, o saber cómo pensaban personajes históricos. ¿No es fascinante? En la casilla de la derecha queda la última oportunidad de comunicarse con el mundo. Podrá escribir una carta de despedida, modificar su testamento, jugarse toda su fortuna al póker, o realizar una última compra de acciones. También debe utilizar ese canal para comunicarse con nosotros.